La supervivencia en cáncer renal ha pasado en los últimos años del cinco al 30 por ciento o más en pacientes con la enfermedad avanzada, según han resaltado oncólogos especialistas en el tratamiento de este tipo de tumor
Esta es una de las conclusiones del debate «Cáncer renal. Una mirada sobre la supervivencia y la calidad de vida», que ha tenido lugar en la Agencia EFE con oncólogos y representantes de los pacientes, realizado en colaboración con Bristol-Myers Squibb.
En este debate han participado el doctor José Ángel Arranz, presidente del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG) y jefe de sección de la Unidad de Tumores urológicos y ginecológicos del hospital Gregorio Marañón; y el doctor Enrique Grande, jefe del Servicio de Oncología Médica del hospital MD Anderson Cancer Center.
La mesa redonda la ha completado el director general de la Federación Nacional de Asociaciones para la lucha contra las Enfermedades del Riñón (ALCER), Juan Carlos Julián.
El cáncer renal es un tumor con una incidencia de 6.000 casos anuales en España, con un resultado de unas 2.000 muertes. Suele aparecer en la quinta o sexta década de la vida, y de cada tres casos, dos afectan a hombres.
El 25 por ciento de los pacientes presentan un cáncer de riñón avanzado en el momento de su diagnóstico.
Si el cáncer renal se diagnostica en su primera fase, con cirugía se cura el 80 por ciento; en la segunda, dos de cada tres; y en la tercera la mitad, señalan los oncólogos.
El doctor Arranz resalta: «Este tumor se puede considerar uno de los grandes desconocidos, sabemos poco de sus causas exógenas para prevenirlo; la mayoría se diagnostican de manera casual en el contexto de una exploración radiológica por otro motivo». «El cáncer de riñón -indica el doctor Grande- hay que mirarlo con perspectiva. Hace 10 años, apenas teníamos fármacos que aportasen valor a los pacientes, y ahora hay más de diez aprobados o en vías de hacerlo, lo que se traduce en una mayor supervivencia y calidad de vida».
Juan Carlos Julián admite la esperanza que los tratamientos dan a los pacientes, pero remarca la necesidad de los afectados y su familia de afrontar con apoyo y garantías esta enfermedad, con especial énfasis en la relación médico-paciente.
El presidente de SOGUG se apoya en dos ensayos clínicos en fase III, completados, que han demostrado la eficacia de combinación de inmunoterapia con fármacos antiangiogénicos para aumentar la supervivencia de los pacientes con cáncer renal metastásico. «Las curvas de supervivencia se estabilizan y hay un porcentaje elevado de pacientes que mantiene constante la mejoría, y pueden considerarse largos supervivientes libres de enfermedad. Si antes se curaban entre un 5/10 por ciento, ahora se puede llegar al 30 por ciento o más en pacientes de alto riesgo con metástasis», explica.
Enrique Grande cita ensayos clínicos que evidencian que en 42 de 48 pacientes desaparece la enfermedad 30 meses después.
Y acentúa: «Yo no sé si estamos curando este cáncer o lo estamos cronificando, pero estos pacientes van a mejorar su calidad de vida. Vamos en la dirección correcta, con aumento de supervivencia, y datos esperanzadores».
El director general de ALCER resalta la importancia de los tratamientos en la supervivencia y la calidad de vida, pero también visualiza la relevancia de abordar los procesos de ansiedad y depresión que sufren los afectados.
¿Cuál es el reto para combatir el cáncer renal?, preguntamos a los expertos. El doctor Arranz contesta: «Como profesional en oncología es metabolizar toda la información nueva, analizar los avances, ponerlos en contexto social, e integrarlos e un atención sanitaria que mantenga los criterios de equidad y acceso».
Enrique Grande afirma: «El reto es poder curar a los pacientes de cáncer a medio y largo plazo. A corto plazo, avanzar en el conocimiento de la biología molecular de este tumor para llegar al reto central».
«Hay que investigar y hacer un esfuerzo para atraer la investigación a España de forma que los pacientes se beneficien de los últimos avances contra el cáncer de riñón», completa.
Desde ALCER, Juan Carlos Julián insiste: «Necesitamos que los profesionales nos digan las opciones realistas para cada caso. La esperanza de los pacientes es la investigación y poder tratar a las familias afrontando la enfermedad de manera adecuada». EFE