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Cientos y cientos de personas, pese a la lluvia y el frío, se han acercado hoy, fieles a la tradición de San Blas, patrón de la garganta, hasta la plaza de San Nicolás y la calle San Miguel de Pamplona para adquirir roscos y dulces en la veintena de puestos instalados con el fin de ser bendecidos
Desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche permanecen abiertos los 21 puestos del mercadillo de roscos, dulces, pastas y caramelos que esta mañana han recibido la visita de miembros de la corporación municipal.
Cada cuarto de hora, y al final de cada misa, en la Iglesia de San Nicolás, se ha procedido a la bendición de los alimentos, roscos y dulces, que los fieles presentaban para ello.
En los puestos se pueden encontrar roscos, tortas, dulces, pastas y caramelos, entre otros, aunque está prohibida la venta de productos con nata y crema pastelera.
Según informa el Ayuntamiento, son el mismo número de puestos que en años anteriores y rodean los porches de la iglesia desde el Paseo de Sarasate, el tramo de la calle San Miguel y la propia plaza de San Nicolás.
San Blas, San Sebaste, fue un médico, obispo de Sebaste (Sebastensis armenorum) en Armenia (actual Sivas, Turquía), y mártir cristiano. Hizo vida eremítica en una cueva en el bosque del monte Argeus, que convirtió en su sede episcopal. Fue torturado y ejecutado en la época del emperador romano Licinio, durante las persecuciones a los cristianos de principios del siglo IV.
Es el patrono de los enfermos de garganta (faringe) y de los médicos otorrinolaringólogos.
La festividad de este santo se celebra el 3 de febrero en Occidente, 11 de febrero en Oriente. Es venerado en la Iglesia católica e Iglesias ortodoxas orientales (incluyendo la Iglesia apostólica armenia).
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