El centro-derechista Marcelo Rebelo de Sousa ha sido elegido el ganador este domingo de las elecciones presidenciales en Portugal
Unas elecciones presidenciales en las que la abstención se ha elevado a 51,16%, pero inferior al 53,48% de los comicios del 2011.
Tal y como apuntaban las encuestas Sousa, profesor y comunicador, católico y europeísta convencido, ha ganado los comicios en la primera vuelta con el 52% de los votos (2,4 millones de votos), por lo que no hará falta una segunda. Su principal rival ha sido el profesor universitario Antonio Sampaio da Nóvoa, cercado al Partido Socialista que ha obtenido cerca del 23% de los votos.
El jefe de Estado electo, sustituye al también conservador Aníbal Cavaco Silva (2006-2016), ha mostrado en su primer discurso una clara su voluntad de entendimiento y diálogo con el actual Ejecutivo socialista, y ha prometido que será el presidente «de todos los portugueses y portuguesas» y les servirá «por igual» y «sin discriminaciones».
La gran derrotada de las presidenciales ha sido la socialista Maria de Belém, a la que los sondeos colocaban como tercera con cerca de un 16% de los votos y que ha finalizado como cuarta con apenas el 4%.
La eurodiputada Marisa Matías, del Bloque de Izquierda -formación hermanada con Podemos y Syriza en el Parlamento Europeo-, que se colocó tercera con alrededor del 10% de los sufragios.
El primer ministro, António Costa, cuyo partido optó por no apoyar oficialmente a ningún candidato en estas elecciones, ha felicitado al nuevo presidente y le ha reafirmado su compromiso de «máxima lealtad y plena cooperación institucional». También el ex primer ministro, Pedro Passos Coelho, ha celebrado la victoria reconociendo que tiene «una autoridad inequívoca» por haber sido en la primera vuelta.
Sampaio da Nóvoa, el principal rival de Sousa en estas elecciones, ha felicitado al ganador y ha constatado que «faltó poco para pasar a la segunda vuelta».
El presidente de Portugal no tiene competencias legislativas, pero sí tiene competencias para vetar leyes, llamar a los partidos para formar gobierno convocar elecciones y hasta disolver el Parlamento.
El conservador Rebelo de Sousa podría ser elegido presidente en la primera vuelta