Un operativo sin precedentes, con el Ejército, la policía y 21.000 voluntarios. Todo para que sus seis millones de habitantes permanezcan en sus casas desde este viernes y durante todo el fin de semana. El objetivo es detectar a los posibles enfermos que las familias esconden por el estigma que persigue al ébola en los países de África Occidental.
En Liberia, Médicos sin Fronteras ha repatriado a una enfermera francesa de esta organización que contrajo el ébola, al tiempo que las autoridades del país piden más ayuda.
“Esperamos que la decisión adoptada por Estados Unidos sea el espaldarazo para que el resto de la comunidad internacional entre en acción. Nuestros socios estadounidenses son conscientes de que Liberia no puede luchar contra el ébola sola. El conjunto de las naciones tienen una responsabilidad para acabar con esta crisis”, explicó el ministro de Información de Liberia, Lewis Brown.
Estados Unidos ha previsto el envío de 3.000 soldados a la zona y más dinero, hasta 600 millones de dólares (más de 460 millones de euros). La Unión Europea ha aprobado una partida de ayuda de unos 140 millones de euros.
En Costa de Marfil toda la sociedad civil está desarrollando una intensa campaña informativa para la prevención de la extensión del brote.
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