La “guerra de los drones” encubre una lucha de poderes entre potencias extranjeras en territorio sudanés
La «guerra de los drones» se intensifica en Sudán. El uso de drones armados y de «drones suicidas» (similares a misiles de crucero, pero más baratos) es principalmente prerrogativa de las milicias de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que no disponen de fuerza aérea. Incluso las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF), aunque cuentan con aviones de combate, recurren ampliamente a los drones para bombardear zonas bajo control de las RSF.
Estas últimas han ampliado el área de acción de sus artefactos, apuntando a la capital administrativa de Sudán, controlada por las SAF, así como al puerto marítimo más importante del país, Port Sudan (véase Fides 6/5/2025).
Anteriormente, los ataques llevados a cabo por los drones de las RSF se limitaban a las regiones del Nilo Blanco, del río Nilo y del Estado del Norte, así como a Omdurman y El Fasher. Entre los objetivos alcanzados figuran centrales eléctricas y depósitos de combustible.
La ampliación de las zonas alcanzadas por los drones de las RSF plantea la cuestión de si estos son lanzados desde el interior de Sudán o desde países vecinos. Se trata de una sospecha legítima, especialmente en lo que respecta a Port Sudan, que se encuentra a varios cientos de kilómetros de las posiciones conocidas de las RSF. Algunas interferencias en los radares de buques mercantes que operan en el mar Rojo sugerirían que los drones se lanzan desde bases situadas fuera de Sudán, quizás desde Puntlandia, donde los Emiratos Árabes Unidos -acusados por el gobierno de Jartum de apoyar a las RSF (véase Fides 11/4/2025)- tienen una importante base en Bosaso (véase Fides 6/5/2025). Según esta hipótesis, quienes los lanzan perturban los radares de los barcos que navegan por la zona para ocultar el punto de despegue.
Los restos de la artillería empleada por las RSF sugieren que se trata de material de fabricación china, suministrado a los paramilitares sudaneses por los Emiratos Árabes Unidos. El gobierno de Jartum ha pedido a Pekín que intervenga urgentemente para impedir que las RSF adquieran drones y aviones estratégicos de fabricación china. El ministro de Cultura e Información y portavoz del gobierno, Khaled Al-Aiser, declaró en un post de Facebook el 15 de mayo de 2025 que China es un país amigo, con lazos históricos e intereses estratégicos con Sudán. Por ello, pidió a Pekín que interviniera ante el régimen de Abu Dhabi para poner fin a las violaciones de los contratos de compra de armas y de los certificados de uso final, en virtud de los cuales las RSF han podido obtener drones avanzados.
A su vez, se sospecha que las SAF utilizan drones de fabricación turca para apoyar sus ofensivas contra los paramilitares. Incluso hay informes no confirmados de que, en los ataques a Port Sudan llevados a cabo por drones de las RSF, algunos expertos turcos resultaron heridos y luego fueron repatriados en un avión ambulancia.
Así pues, el conflicto interno sudanés corre el riesgo de convertirse en una «guerra por poderes» entre potencias externas -en particular Turquía y los Emiratos-, lo que lo agravaría aún más. Como ha afirmado en repetidas ocasiones el Papa Francisco, y ahora su sucesor, el Papa León XIV, «para poner fin a las guerras hay que acabar con el comercio de armas». AGENZIA FIDES