Renovado el embargo de armas para Darfur, pero ahora debe extenderse a todo Sudán
Se ha renovado el embargo de armas para Darfur, pero ahora debe aplicarse a todo Sudán. Ayer, 11 de septiembre, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU votaron por unanimidad prorrogar un año más -hasta el 12 de septiembre de 2025- el embargo de armas impuesto en 2004 a la región occidental sudanesa de Darfur. El embargo fue decidido entonces a raíz de las masacres cometidas por las milicias árabes progubernamentales Janjaweed contra las poblaciones no árabes de Darfur.
Con el paso de los años, los Janjaweed se han unificado en las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), dirigidas por el general Mohamed Hamdan «Hemedti» Dagalo, uno de los dos actores de la guerra que estalló el 15 de abril de 2023, cuando las RSF comenzaron a enfrentarse al ejército regular (SAF), comandado por el general Abdel-Fattah Burhan.
Las RSF han conquistado gran parte de Darfur, por lo que el embajador sudanés ante la ONU ha insistido en que el Consejo de Seguridad sancione a las milicias de Dagalo con medidas selectivas.
Las organizaciones humanitarias internacionales, por su parte, señalan que el embargo de armas debería extenderse a todo el territorio de Sudán, afectando a todas las partes beligerantes en un intento de detener un conflicto que ya ha causado al menos 20.000 muertos, casi 10 millones de desplazados y refugiados, mientras 25,6 millones de personas están al borde de la inanición aguda y más de 755.000 se encuentran peligrosamente cerca de la hambruna.
Como señala un reciente informe de Human Rights Watch (HRW), el conflicto está alimentado por un flujo constante de armas procedentes de diversos proveedores. Entre ellos, según las alegaciones presentadas por el embajador sudanés ante la ONU, estarían los Emiratos Árabes Unidos, que podrían estar armando a la RSF con suministros que pasan por la frontera con Chad.
Según el representante de Jartum, la reciente reapertura del paso fronterizo de Adré por parte de Chad para permitir el paso de ayuda humanitaria ha permitido la llegada de armas a la fuerza paramilitar. El embajador sudanés ha declarado también que, según informaciones aparecidas en un mercado europeo de oro, los Emiratos Árabes Unidos se están beneficiando del oro sudanés, extraído en Darfur.
El representante de los Emiratos en la ONU ha contestado a las acusaciones de su homólogo sudanés afirmando que se trata de «un cínico intento de desviar la atención de los fracasos de las Fuerzas Armadas Sudanesas» y ha acusado a los militares de Jartum de demostrar un «nulo coraje político», de utilizar el hambre como arma de guerra y de negarse a escuchar las exigencias de poner fin al conflicto y sentarse a la mesa de negociaciones.
«Para poner fin a este conflicto, las Fuerzas Armadas Sudanesas deben dar el paso fundamental de participar en las conversaciones de paz y encontrar el valor político para negociar con su enemigo», ha declarado refiriéndose a las conversaciones de paz de Ginebra, en las que los militares sudaneses se han negado a participar hasta ahora. AGENZIA FIDES