Manolo Royo.
¿Quién no ha mandado a alguien a hacer puñetas? Pongo por caso, o incluso más lejos.
Todos llevamos un entrenador de futbol dentro. Además, sabemos mucho más sobre el tema que el Seleccionador Nacional.
En la política sucede lo mismo, solo que no dirigen a profesionales. Nos gobiernan a todos, incluso a los que no les gusta el futbol, ni obedecer ni cumplir las prohibiciones que nos imponen porque no cobramos por ello, todo lo contrario. Les pagamos para que nos gobiernen, que como vemos, no es el caso del fútbol. ¿Te imaginas a los jugadores pagando al entrenador?
Los comunistas, en el fondo me duelen un poco, porque los veo con mucha ilusión luchando por imponer su régimen, y solo consiguen grandes decepciones, pero es que todo ha cambiado. Ahora ni a los locos los encierran en manicomios, tenemos nuestra forma de pensar que hay que respetar y no imponer, la que dicta el partido a cambio de un plato de sopa. Eso me lleva a admirar al pueblo cubano porque son en conjunto los mejores atletas que conozco. Sin apenas la nutrición adecuada son capaces de ganar medallas en las olimpiadas y de cruzar nadando o encima de algo por poco que flote, unas aguas plagadas de tiburones en busca de las costas de Florida.
Me duele el alma porque su lucha nunca es recompensada, despiertan de un sueño y siguen en la pesadilla, en la pobreza, sin poder viajar ni pensar libremente.
Lo mejor del comunismo es que te hace partícipe de una gran miseria, pero te da una especie de religión. El comunista puede y debe confesar todos sus pecados al buró político del partido, al comité central o a su dios y líder, de lo contrario sus ángeles espías te meterán en vereda.
Si pides dinero al banco dependerás del banco. Si pides libertades dependerás de quien te las conceda. Si pides comida no se te ocurra morder su mano.
Verdad es que en la Habana se puede pasear de noche y llegar al hotel borracho y de madrugada, que no te ocurrirá nada.
Aquí con suerte y en pandilla, sino con guardaespaldas, llegas a casa en buen estado, pero has de pagar al guardaespaldas y un 60% de lo que ganas en los negocios al Estado. Pagamos IRPF hasta de las pensiones.
Admiro al pueblo cubano porque son supervivientes, no tienen agencias de viajes, ni empresas constructoras, ni barquitas como en el Parque del Retiro. Eso sí, los coches andan todos desde mediados del pasado siglo. No tienen piezas de recambio pero las inventan.
Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com
