Morante. J.J. CORPAS
Morante es, sin duda alguna, el número uno de los ruedos por valor, técnica y arte. Pero, además, por su larga tauromaquia, ya se trate de lances de capa, ya de muletazos, que ejecuta siempre con pureza; a menudo da gratas sorpresas. Tengo en mente, por citar solo un ejemplo, el olvidado galleo del Bu, con el que el genio de la Puebla llevó el toro al caballo hace pocos años.
Esa variedad nace de su tremenda afición, que le impele a estudiar las grandes figuras. Y acostumbra a homenajearlas luciendo capotes de paseo o vestidos de torear similares, si no idénticos, a los que de aquellos maestros. Así mismo, con ello sigue enriqueciendo la fiesta.
Este 26 de abril, cuando hizo Historia, lucía un terno turquesa y azabache como el que llevara Joselito El Gallo. Otro monstruo del toreo al que, de continuo, conserva José Antonio presente. Lo acompaño en las fotos.
Hoy nos dice Justo Algaba, brillante sastre de espadas, que le parece extraordinario y atractivo moverse en un seguimiento de lo que José Gómez Ortega, solía vestir. Añade que los trajes que borda para Morante esta temporada son todos inspirados en aquel. “El que estrenará este próximo sábado es algo impresionante; un color nuevo muy original, con un dibujo que nada tiene que ver con la actualidad y se lo guarda para la última de la Feria de Sevilla”, manifiesta don Justo.
Completa Algaba añadiendo que está trabajando en los tres que portará Morante en Las Ventas “que he procurado sean lo más exactos posible”.
Recordemos que el atuendo en homenaje al centenario de la plaza pamplonesa, 2022, fue obsequiado por el de la Puebla al Gran Hotel La Perla, donde se alojó en su suite de Manolete; igual que donó el elevado importe de su Premio Nacional de Bellas Artes a la Casa de Misericordia, gestora de la monumental navarra.
Y que el traje con que cortó el rabo va a regalarlo al museo de la Maestranza. Es que José Antonio es sinónimo de generosidad, que cuestan una pasta.
Jesús Javier Corpas-Mauleón
