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El presimiente del “Club de los mentirosos”

Como el lector habrá adivinado, no voy a referirme al conocido libro de la última década del pasado siglo con ese título, “El Club de los mentirosos”, uno de los más vendidos y mejor libro del año para The New York Times Book Review. Un relato trágico, no exento de un buen sentido del humor, en el que su autora, Mary Karr, recupera algunos pasajes de su infancia, con un final que invito a encontrar en su lectura. También en él, como muchas veces en la política, la realidad supera la ficción. Aunque si el libro en cuestión tiene como escenario un paisaje de refinerías de Texas, a los que me voy a referir a continuación se han “refinado” poco,  aunque algunos, cursis, lo son para dar y regalar. Tras la breve introducción vamos al meollo.

Efectivamente, el “presimiente no es otro que nuestro “Pinocho” Sánchez… y Pérez-Castejón por su santa madre, y los miembros del Club, evidentemente, los palmeros bisagras que lo rodean, que no podré citar en su totalidad porque darían para un Espasa y un Larousse, no abreviados.

Tampoco voy a poder recordar todas las mentiras del líder desde su llegada al timón español en Junio de 2018, con una primera basada en una “morcilla” judicial –otra forma de mentir, al fin y al cabo–. “Presento la moción para convocar elecciones lo antes posible y dar estabilidad a España”, dijo entonces, pero pasaron diez meses sin convocarlas y tuvo que repetirlas seis meses después. Eso sí, los señores “disputados” de las primeras, casi sin tomar posesión del escaño, sí devengaron desde el primer día sueldos y prebendas, que “La socorrida pólvora del Rey” da para todo. Otra consecuencia de la mentira en la que se ha convertido nuestra prostituida “Monarquía parlamentaria representativa”, casi tres en una ¿Hay quien dé más?

Como decía, dejo de lado entrar en lo de “No pactaré con Podemos, porque no dormiría tranquilo, como el 95% de los españoles”, “No pactaremos con BILDU. Si quiere se lo repito cinco veces… o veinte” o “No someteré la gobernabilidad del Estado a aquellos que quieren acabar con la Constitución”. También el “hemos vencido al virus y hemos doblegado la curva” para irse de vacaciones pagadas con todos los suyos y decretar después un nuevo estado de alarma, nada menos que de seis meses, tumbado por el Tribunal Constitucional. Como tantas otras cosas que ese u otros Órganos Judiciales no paran de echarles para atrás, como de nuevo ha hecho el Consejo General del Poder Judicial con el anteproyecto de Ley de Vivienda que le imponen sus socios comunistas. Vamos con lo más reciente.

Recordaremos cuando el doctor Plagio cum Fraude decía “No vamos a subir los impuestos a las clases medias y trabajadoras”, que replicaban obedientes su vicepresidente primera Nadia Calviño y su ministra de Hacienda, Marisú Montero, “la ruina andaluza”. Por eso, aparte de lo que todavía no ha llegado a esas clases medias con la aplicación de las medidas fiscales anunciadas por la segunda, la electricidad y combustibles no han dejado de subir, por citar las dos que más carga impositiva llevan aparejadas, además del sangrante IVA que afecta a todo. Y, por eso, la inflación cerró 2021 en un 6’5%, que han edulcorado hablando de una “inflación media” del 2’5, con la que han engañado, entre otros, a los sufridos pensionistas. Ya sabemos que, para este “doctor” en Economía, “si descontamos la inflación, el precio es el mismo del año pasado” o algo así, nos dijo.

Recordaremos también, cuando a la pregunta de Pablo Casado sobre si iba a “excarcelar a 200 presos de ETA”, el susodicho del Club contestaba: “La respuesta es ‘rotundamiente’ NO”. Pero ahí está la cesión al PNV de la gestión de las prisiones a cambio del apoyo a los PGETA y ya se prepara una reforma legal para la salida de los primeros 50 etarras –atajo lo llamaba ABC en su artículo del viernes–. Una reforma de la que se beneficiarían, entre otros, los asesinos de Miguel Ángel Blanco y de Gregorio Ordóñez. Y, de paso, ellos nombran a uno de ellos jefe de SORTU, el gemelo de BILDU.

Ya sabemos que España encabeza la lista del desastre económico derivado de la “plandemia”, con una pérdida del 10’8% del PIB, en 2020 y, en torno a otro 6%, en 2021. Deuda, déficit, desempleo e inflación, aparte que también encabezamos. Pero nos decían nuestros líderes socialcomunistas que España sería también la que más rápidamente se recuperaría del retroceso. Tanto el presimiente, como la citada Sra. Calviño, insistían a primeros del año pasado en que España crecería en 2021 un 9’8%. Una estimación que fueron recortando hasta dejarlo allá por Octubre en un más modesto 6’6% –6’3% decía el Banco de España–. Pero de nuevo la cruda realidad deja en evidencia a nuestros “expertos” gurús económicos, el “doctor” y la “alta funcionaria” europea, y, finalmente, el crecimiento del PIB, en el año que se fue, ha sido del 5%. Pero no cesan a nadie ni, mucho menos, dimite ninguno de estos cerebros que nos engañan una y otra vez. Y sigue sin que “PASE NADA” que, con el “VALE TODO”, continúan formando hoy el tan peligroso como “acomodado” binomio en nuestra España actual , que ya denunciaba desde que me estrené en estas lides, allá por 2008.

En fin, que el que cuando estaba en la oposición criticaba la falta de transparencia de Mariano Rajoy, ahora, no sólo se ha vuelto opaco –casi como José Bono–, sino que se ha erigido en el más mentiroso de los que lo han precedido en el cargo, lo que no parecía fácil. Después de utilizar al principio de la “plandemia” al general José Manuel Santiago, Jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil entonces, para “minimizar las críticas al gobierno”, tampoco quiere dar explicaciones hoy sobre los abusos del Falcon o el reparto desigual de fondos europeos. Y además del más mentiroso se convierte también en el más ausente a la hora de dar explicaciones y prolonga sus vacaciones de Navidad hasta la segunda mitad de Febrero sin comparecer en el Congreso. ¿Qué quiere ocultar Sánchez? Muy sencillo, todo y que “pasen días, caigan dietas”,  que diría un mal funcionario. O sea, que el clon ha superado a su modelo Rodríguez Zapatero, que parecía tonto sin serlo y fue dañino para España. Éste, aunque incompetente, no parece tonto pero sí es malo, y vuelvo a Francisco de Ayala: “La incompetencia es tanto más dañina cuanto mayor sea el poder del incompetente”, que lo tiene.

Después de la medalla de oro con carácter vitalicio que ostenta el que los manda, sería difícil otorgar la de plata de la mentira política a uno sólo de los que lo acompañan, ya que la merecerían “ex aequo” unos cuantos. Pero por su persistencia en ella, mes tras mes, probablemente la merezca un poco más el sin par “rey de la encuesta” que preside el hoy Centro de Invenciones Sánchez, antes de Investigaciones Sociológicas. El inagotable “maître”, José Félix Tezanos, lo ha vuelto a hacer en la última encuesta de intención de voto para las elecciones de Castilla y León del próximo 13 de Febrero. Cómo no, gana el partido de su jefe y elector, que lo puso ahí con 100.000 € de sueldo y demás prebendas, en un “triple salto vital” desde la ejecutiva socialista –multiplicó por tres la frecuencia de sus “cocinas”, además del presupuesto del CIS–. Otra vez, en contra de todas las encuestas que venimos conociendo, en las que, con matices, la única duda parece ser si el Partido Popular gobernará solo o necesitaría el apoyo de VOX, ya fuera en coalición de gobierno o al estilo de Madrid, porque no le quede más remedio para no retratarse demasiado. Además, esta vez lo hace con una posible filtración anticipada al incontinente verbal PabLenin Iglesias sobre el previsible resultado de Podemos. Aunque no tengo claro si al exmarqués de Galapagar se le escapó ese comentario o lo soltó, demostró disponer de información privilegiada y dejaba en situación difícil al “cocinero” de Moncloa. Lo que parece probado es que poco antes se habían reunido, por lo que, de demostrarse la filtración, pone al informador ante una multa y un periodo más o menos largo de inhabilitación. Lo veremos, si prospera la petición del PP y Ciudadanos y la opacidad no vuelve a imponerse.

Y como guinda final del pastel de la mentira política, nada mejor que otra declaración del que se inmoló en las elecciones autonómicas madrileñas al renunciar a su vicepresidencia segunda. Fue en un acto de precampaña en relación al posible conflicto entre Rusia y EE. UU.: “…Yo ya no soy político, puedo decir la verdad…”. O sea, que cuando era político no la decía, es decir, mentía. Fin de la cita.

Antonio De la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión

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