Vacunas. Archivo
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La Comisión Europea (CE) ha anunciado este miércoles la conclusión de las conversaciones «exploratorias» con las empresas BioNTech y Pfizer, tras paralizarse la vacuna sueco-británica AstraZeneca por «reacción adversa» de un voluntario
La empresa alemana BioNTech y la estadounidense Pfizer presentan, pues, una vacuna que se basa en el ARN mensajero (ARNm), el cual desempeña un papel fundamental en la biología humana al transferir las instrucciones con células directas en el cuerpo para fabricar proteínas que impidan o combatan las enfermedades.
Las conversaciones con estas farmaceúticas, que colaboran en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, mantienen la compra de al menos 200 millones de dosis siempre y cuando demuestre ser «segura y eficaz», han dicho desde la CE.
Además, según ha confirmado, Bruselas ha alcanzado preacuerdos similares con Sanofi-GSK, Johnson & Johnson, CureVac y Moderna, en estas últimas semanas.
No obstante, la CE para la compra inicial de 200 millones de dosis incluye la opción de adquirir otros 100 millones de dosis, que se suministrarán (a todos los estados miembros) una vez que la vacuna haya demostrado ser «segura y eficaz».
De ahí que la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen haya declarado que le «complace anunciar que hemos concluido un acuerdo preliminar con BioNTech-Pfizer para una compra inicial de 200 millones de dosis de futuras vacunas contra el coronavirus y lo hemos hecho en tiempo récord».
Cada Estado miembro de la Unión Europea podrá adquirir la vacuna, hacer donaciones a países con rentas medias y bajas o redirigirla hacia otras naciones europeas.
von der Leyen ha asegurado que las posibilidades de la UE de desarrollar y distribuir una vacuna «nunca han sido mayores, tanto para los europeos que viven aquí como para los que se encuentran diseminados por todo el mundo».
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