Hace dos semanas me preguntaba si estábamos ante un económico coronavirus o ante un brazo ejecutor poblacional. La semana pasada mencionaba el previsible caos en la economía de libre mercado y la Bolsa, sin medidas de protección.
Esta semana, el presidente Sánchez ya ha dejado claro que, ante un virus, de momento con 1.000 diagnosticados y 25 muertes, pondrá en marcha el “plan de choque” en la economía, empresas y trabajadores. Eso sí, sin desmenuzar, ni concretar nada.
¡Dios nos pille confesados!
Y con todo, asombroso es ver cómo el Consejo de Navarra, pretende en la zona no vascófona anteponer el “euskera” a la libertad lingüística de unos ciudadanos que ni saben, ni sienten una lengua ajena.
Y da el visto bueno sin modificar la Ley y con sentencias judiciales navarras (Tribunal Administrativo de Navarra y Tribunal Superior de Justicia de Navarra) que revocan los cambios lingüísticos a “euskera”, anulan las convocatorias de “plazas” en la Adminstración y la valoración como mérito en la zona mixta y no vascófona.
El Gobierno de Navarra, formado entorno a un partido que no ganó las elecciones, vive hoy de prestado, vive de los votos de quienes pretenden la destrucción de un país y una región, Foral de Navarra.
De ahí que frente a la imposición haya rechazo. Según un estudio solicitado por el Gobierno de Barkos en la legislatura anterior, en Pamplona sólo un 12% conoce el “euskera”, y un 3% lo utiliza de forma habitual ¿A qué vienen, entonces, tantas pamplinas cuando el alcalde cumple la sentencia judicial de acabar con esta imposición y volver la racionalidad lingüística?
Durante muchos años se ha querido imponer y se sigue imponiendo un idioma, extraño al uso y costumbres de los navarros. Y tras años de imposición, el “euskera” sigue en mínimos. Tanto, que Geroa Bai pide extenderlo a los inmigrantes en la escuela.
Un sector infantil éste en Navarra, que está al albur de un debate estéril y de las llamadas Comisiones de Escolarización. En las que los alumnos que llegan a esta tierra o pertenecen a las llamadas “clases desfavorecidas”, son repartidos entre los colegios o institutos.
Por eso resulta una falacia decir que estos niños acaban solamente en centros públicos, cuando muchos forman parte de centros concertados y a donde apenas acuden es a las “ikastolas” o similares.
Cambiando de tercio. Hemos conocido también que PP+Cs en el País Vasco, sí han acordado concurrir juntos a las elecciones.
Algo que no parece sea la panacea, aunque sí la única forma que pudiera hacer frente a la sinrazón nacionalista. Pero la llamada derecha española tiene que tener claro que, o bien, gana con rotundidad o nunca podrá gobernar, porque las minorías minoritarias se unirán para no dejarle.
Por último, Paul una mención al día de hoy, II Jornadas del Agua y La Agricultura en Ablitas. Con presencia del exministro Arias Cañete, miembros del gobierno navarro y aragonés y de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Jornadas muy necesarias, hoy más si cabe.
Jornadas en las que deberían surgir ideas para el gran problema de los agricultores en Navarra y en España.
Y como buena javierina y navarra un recuerdo especial para todos los peregrinos de estas Javieradas 2020. La Segunda el próximo sábado 14 de marzo.
Como reza el lema de este año “Cada paso cuenta”
Nieves Ciprés, periodista
