Pedro Sánchez, y la secretaria general del PSN-PSOE, María Chivite (d), en el Fórum Europa. EFE/Emilio Naranjo
Bildu, el partido heredero de Batasuna, en su momento un partido ilegalizado por formar parte del entramado de ETA, parece que, o bien por activa, participando en gobiernos, o bien por pasiva, favoreciendo alternativas, va a estar de máxima actualidad.
Eso es lo que parece a raíz de las declaraciones de la líder del partido socialista en Navarra, María Chivite, cuando recomendaba al partido que ha ganado las elecciones en Navarra, dos veces consecutivas en 10 días, Navarra Suma, que si quería gobernar lo hiciera con Bildu, dando a entender,con toda la ironía del mundo, que sino con nadie más.
Parece olvidar la líder del socialismo en Navarra que su partido ha precisado el auxilio de Bildu en la Diputación Permanente hace unas semanas para aprobar los decretos sociales y su presidente Pedro Sánchez, no niega que estuviera rogando los votos de Bildu para aprobarlos sin ningún pudor, resultando su voto indispensable en uno de ellos, el del alquiler. Por cierto, la primera vez en 40 años en el que el mundo abertzale presume de ser un socio clave para el Gobierno en España.
Flaco favor se está haciendo a la singularidad de Navarra cuando se quiere gobernar con quien quiere hacer desaparecer dicha singularidad, con quien lleva 4 años imponiendo una realidad que no existe en Navarra.
Y todo porqué, por un sillón, por tocar un poder que sino estaría vetado. Así son.
