El juicio del llamado «procés» ha comenzado. Por él pueden ser condenados, a penas graves, los acusados de ser las «cabezas visibles» de la revuelta y referéndum ilegal que se llevaron a cabo en Cataluña contra la nación española.
No lo deben de tener muy claro los abogados de los acusados cuando están intentando por todos los medios paralizar el juicio y que éste termine por no celebrarse.
Y es que los delitos de estos señores son muy graves. Aparte de una posible malversación de fondos públicos, la rebelión está encima de la mesa. Las penas podrían ser muy altas.
Sánchez y su Gobierno intentan «quemar las naves». Quieren mantenerse a toda costa, sino no se entiende el previsible carácter de Estado que quiere darse a la reunión de él, como presidente de España, con el independentista, presidente autonómico catalán Quin Torra
Los españoles asisten a un nuevo teatro de lo absurdo entre un presidente que se supone representa a todos los ciudadanos y otro que sólo representa a una pequeña parte y que parece como si el pez «chico» fuera a comerse al grande.