La Comisión Europea «tiraba» ayer, en el sentido más estricto de la palabra, el proyecto de Presupuestos de Pedro Sánchez, en suma de España, a la basura, al entender que las cifras presentadas no se ajustan a la realidad.
Y es que dichas cifras, parece, solo muestran una cosa, el enorme aumento de gasto que se va a producir si dichos presupuestos entran en vigor y eso es algo que la Comisión Europea no está dispuesto a permitir.
Cuando los Criterios de Convergencia se aprobaron en la Unión, antes de la llegada del Euro, uno de los mayores problemas que existía por entonces en Europa, era el enorme gasto que soportaban los países europeos. Por ello, uno de los criterios establecidos fue la contención del gasto. Desde entonces, la Unión establece los limites de gasto de cada uno de los países comunitarios. Cuando este limites se sobrepasa, llama al orden. Y eso es lo que ha pasado con España y con el presupuesto presentado.
Tanto hablar y suplicar al resto de partidos que aúparon a este gobierno para una aprobación presupuestaria y va y la Unión Europea tumba las cifras a las primeras de cambio.
La Unión Europea ha abierto una nueva puerta para llegar al adelanto electoral. Con unos presupuestos rechazados por la Unión, los mismos que querían ser aprobados en el tramite parlamentario, no queda mucho margen de gobierno. Sánchez debe convocar elecciones ya.
Unas elecciones que ya deberían haberse celebrado tras la moción de censura consensuada, con la izquierda y los independentistas para ello, recordemos, porque Rajoy no dimitía ni las convocaba.
