Son las 17:00 h de la tarde del miércoles pasado. Hay convocadas varias reuniones de coordinación de estudios para la próxima EVAU (antigua selectividad) en la UPNA (Universidad pública de Navarra). Una de ellas es la de Historia de España, asignatura que reciben algunos alumnos de 2º de bachillerato. El lugar el aula 128 del edificio del Aulário de dicha universidad.
En dicha reunión se encuentran un buen número de profesores de distintos centros educativos navarros que imparten dicha signatura, así como también, y en este caso, la coordinadora de dicha asignatura.
La reunión comienza como siempre, hablando sobre los pros y los contras de la asignatura. Una materia muy densa y complicada de impartir, puesto que se exige al profesorado que en un año se haga un repaso de la historia de España, desde la Prehistoria, hasta la actualidad. Todo transcurre de una forma ordenada hasta que de repente, por parte de coordinación, se empiezan a sugerir de una forma determinante que se imparta al alumnado unos contenidos “sospechosos”.
Con la excusa de que no se estudia, pese a aparecer en los libros de texto, se solicita que cuando se imparta el franquismo, uno de los apartados a explicar al alumnado sea la represión franquista (durante y después de la guerra). La sorpresa actúa en algunos de los profesores presentes, se pregunta que quien ha decidido impartir ese concepto y cuando ha sido aprobado por los allí reunidos – hasta entonces ha sido la norma, que cualquier cambio en la programación de la asignatura, se haga por consenso y votación previa-. La respuesta es clara, porque así lo han decidido instancias superiores.
La pregunta bulle en la mente de alguno de los presentes, y la represión republicana de antes y durante la guerra, porque no se habla también de ella. Nadie, sin embargo, se atreve a decirlo, seguramente por temor a represalias.
La reunión concluye con un sabor agridulce, ya que se está “ordenando “ al profesorado que imparta solamente una visión de la historia, sin importar la otra parte, en un intento claro de confundir y manipular a las nuevas generaciones, para crear malos y buenos, donde solo debería haber reconciliación sobre un suceso que sucedió hace ya más de 80 años y que como bien sabemos todos es ya historia.
Una historia, que por cierto, no debería repetirse otra vez, aunque los españoles somos obstinados en ello, puesto que en poco más de 300 años, este país ha sufrido cinco guerras civiles, aparte de otras muchas, la guerra de sucesión, la primera, segunda y tercera guerra carlista y la última, la conocida como la guerra civil española, sí ,esa la de hace ya más de 80 años.
Miguel Juaniz Pedraz, un estellés fisgón
