El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. EFE/Archivo
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha reclamado hoy al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que exija a los presos de ETA «el rechazo individual, claro y sin trampas a la violencia como condición para el acercamiento» a cárceles del País Vasco.
Covite es uno de los colectivos que hoy a acudido a la reunión con Grande-Marlaska, que ha defendido ante las víctimas la unidad de acción contra el terrorismo y la aplicación estricta del principio de legalidad.
En representación de Covite, Conchita Martín, miembro de la Junta directiva, ha pedido que el rechazo individual y sincero de la violencia sea la «línea roja» que determine si se traslada o no a un preso, según ha informado en un comunicado.
Martín ha considerado «inquietante» que en las últimas semanas «el debate se haya centrado más en los presos que en las asignaturas pendientes de las víctimas, tan graves como el acceso a la justicia y el esclarecimiento de más de 300 asesinatos sin resolver», según ha explicado en un comunicado el colectivo.
«Un Gobierno que se preocupara más por los perpetradores que por las víctimas no tendría la confianza de este colectivo», ha advertido, pues el Estado «no puede tratar de igual a igual a los terroristas que han intentado destruirlo».
Por ello, ha considerado indispensable «establecer un suelo ético basado en el rechazo a la violencia» y ha pedido a Grande-Marlaska que «no caiga en las trampas lingüísticas de la izquierda abertzale» como el «reconocer el daño causado». «De lo que se trata es de que los presos repudien la violencia que ejercieron de forma clara y de forma individual», ha añadido.
También se ha opuesto Covite de manera rotunda a una transferencia de las competencias de prisiones al Gobierno vasco y ha trasladado a Marlaska el mismo mensaje que al anterior Gobierno: «Frente a la tentación de considerar a ETA como capítulo cerrado, mantenemos que aún queda por escribir la página de su final». EFE
