José Luis Uriz Iglesias
El pasado sábado una marea de pensionistas inundó las calles de Pamplona, Tudela, Tafalla y de numerosos pueblos de Navarra, al igual que hace unos días lo hicieran las mujeres.
Allí hombres y mujeres, mayores y jóvenes clamaron por unas pensiones justas, revalorizadas con el IPC anual, al mismo tiempo que por recuperar lo perdido durante el mandato de Rajoy y su PP.
Fue una manifestación unitaria, donde gentes de todas las ideologías reivindicaron su derecho a una vida digna después de años de trabajo y cotización.
En esas calles estuvieron padres y madres junto a hijos e hijas incluso nietos y nietas, porque la lucha es por las pensiones actuales pero también por las venideras.
A pesar del frío y la lluvia caminaron por las calles con esa voz común sabiendo que la única manera de frenar estas agresiones de las que estamos siendo objeto es con la lucha, la movilización y la unidad. Una unidad ejemplar y ejemplarizante porque así se construye nuestra fuerza.
Qué más da si el jubilado vota a uno u otro partido, si es de derechas o de izquierdas, o apoya uno u otro sindicato si su situación es común. Esa es por tanto nuestra fuerza fundamental y es lo que se demostró con una de las mayores manifestaciones de la historia en Navarra. Sin elementos partidistas que nos dividan, todas y todos juntos por nuestros derechos.
No será la única vez que tengamos que hacerlo, porque la pregunta más oída fue: ¿la siguiente cuando? Conscientes de que la lucha va a ser larga y de que cada vez se sumará más gente.
Allí estuvieron gentes tremendamente luchadoras que trajeron la democracia y han servido de sostén de las familias durante la crisis. Gentes que no se resignan a quejarse en sus cenáculos, en las barras de los bares, las peluquerías, o los supermercados sino que ya han bajado a la calle para no salir de ella hasta conseguir sus reivindicaciones.
Viejos roqueros que han despertado de su letargo y vuelven a afilar sus armas de lucha, para poner freno a los desmanes y las agresiones de los poderes políticos y económicos.
Con las armas que tienen a su alcance, salir a las calles pacíficamente pero reivindicativamente y su voto en las próximas elecciones.
Esa manifestación transcurrió sin incidentes con una excepción que se debe criticar. La aparición de un grupo de dirigentes de UPN provocó una reacción reprobable de un sector, minoritario debemos reconocer, de los asistentes. Ese acto era unitario e incluso las organizaciones convocantes invitamos a todas y todos los partidos a asistir. Por lo tanto debemos agradecer su presencia favoreciéndola y desde luego en ningún caso provocar que se pudieran ausentar. Necesitamos toda la fuerza posible en esta lucha.
Por encima de este desagradable hecho debemos congratularnos de este éxito y de haber colaborado en él y lanzar al PP y su gobierno un mensaje contundente, que se ande con cuidado porque la fuerza que ha despertado con su posición injusta y rígida tiene capacidad para llevarles por delante, a ellos y a quienes se opongan a nuestras justas reivindicaciones.
Al mismo tiempo se debe agradecer a la ciudadanía de Pamplona y comarca, Tudela, Tafalla y allí donde se haya celebrado una movilización su participación y civismo a pesar de las inclemencias del tiempo, al igual que a los partidos y sindicatos que la apoyaron de manera activa, excepto a quienes son los responsables del motivo por el que nos manifestamos.
Para finalizar dejar constancia de que algo les quedó muy claro a las miles de personas que allí estaban: esta batalla, esta guerra la vamos a ganar!
José Luis Úriz Iglesias, ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE
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