España no debe bajar la guardia tras recibir el año pasado el récord de 82 millones de turistas y tiene que seguir trabajando para fidelizar los 14 millones que aparentemente fueron «prestados» de otros destinos del Mediterráneo afectados por problemas de inseguridad, según WTTC.
España debe aprovechar la oportunidad que le dio el desvío de turistas que, en años anteriores, iban a países como Egipto, Túnez y Turquía, pero que por la inestabilidad geopolítica, cambiaron de destino, ha señalado la presidenta y consejera delegada del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), Gloria Guevara.