Manu Ayerdi, consejero de Navarra (i) e Iñigo De la Serna (d) en la reunión sobre el TAV.
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Los socialistas navarros, tras la votación que acaba de producirse en el Pleno del Parlamento en relación con una moción de apoyo al TAP, señalan que el voto en contra del cuatripartito a un texto coincidente con lo expuesto por el Vicepresidente Ayerdi respecto a la infraestructura debería hacer que este se plantee dimitir dada la evidente desautorización que supone y que sus socios, incluido su propio partido, le dan la espalda.
Es muy grave, dicen, que los socios de Gobierno rechacen las propuestas que coinciden con las que defiende el Vicepresidente, lo cual, en términos políticos es una reprobación en toda regla de la gestión política que Ayerdi está haciendo con el TAP y que los socialistas están apoyando. No así, por lo que parece, sus propios socios, pero lo más llamativo es lo de su partido, que también le deja solo.
Una vez más, añaden los socialistas, las tesis de Bildu se imponen, y, salvo que la Presidenta coja las riendas y trascienda a sus socios para tomar decisiones conforme al interés general, el Gobierno puede cometer un grave error si no firma con el Estado y no apuesta de manera decidida por una infraestructura estratégica.
A pesar de sus socios, los socialistas creen que el Vicepresidente está en el buen camino, pero, dadas las circunstancias, quizá deba plantearse su continuidad puesto que se ha quedado en la más absoluta soledad política entre quienes suscriben el acuerdo programático.
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