El librero hongkonés Lam Wing-kee se refugiará en Taiwán si decide pedir asilo político en otro país, después de que fuera detenido de manera ilegal por agentes chinos durante ocho meses, desde octubre de 2015 hasta la semana pasada, sin contacto con el exterior o poder contactar con un abogado.
Durante una entrevista telefónica con el Servicio taiwanés de Televisión Pública el martes por la noche, Lam señaló desde Hong Kong que, en el caso de que se decida a pedir asilo político por el miedo a ser apresado de nuevo, prefiere Taiwán «porque confía en un gobierno elegido por el pueblo».
En una rueda de prensa tras su liberación, Lam acusó a China de violar su propia política de «un país, dos sistemas» -por la que Hong Kong cuenta con un sistema de libertades propias como independencia judicial o libertad de prensa, que no disfrutan los chinos del continente-, y de secuestrarlo a él y a otras cuatro personas ligadas a su librería y editorial.
Las revelaciones del librero indignaron la semana pasada a la población hongkonesa, que salió a protestar diversos días en apoyo a los libreros y en defensa de su sistema de libertades.
Lam explicó ante la prensa que había sido secuestrado por agentes chinos que responden directamente ante la cúpula del gobernante Partido Comunista chino, encerrado sin acceso al exterior o a un abogado, y estrechamente vigilado las 24 horas del día, antes de dejarle volver a Hong Kong.
De los cinco libreros detenidos, otros tres ya han vuelto a Hong Kong, pero no han hecho declaraciones a la prensa, mientras que el quinto, Gui Minhai, quien también posee pasaporte sueco, sigue retenido en el continente chino tras haber desaparecido el año pasado en Tailandia.
La librería Causeway Bay y la editorial Mighty Current a la que estaban ligados los libreros detenidos estaban especializadas en libros con sórdidos detalles de la vida privada de los líderes chinos y al parecer estaban preparándose para poner a la venta un nuevo libro centrado en las amantes del presidente Xi Jinping. EFE
