Una nueva generación de “malware” o código malicioso basado en Inteligencia Artificial (IA) mediante aprendizaje automatizado de las máquinas amenaza con ser capaz de evolucionar continuamente en sus métodos de ataque y búsqueda incansable de nuevos objetivos.
Así lo advierte el experto en ciberseguridad Eden Shochat, fundador de Aleph y cofundador de face.com, empresa adquirida hace tres años por Facebook para mejorar el reconocimiento facial de forma masiva, en el informe “Ciberseguridad, un desafío mundial”, recién publicado por la Fundación Innovación Bankinter.
La Inteligencia Artificial (IA) que está permitiendo la creación de tecnologías superavanzadas de reconocimiento de voz y facial, vehículos autónomos o programas que vencen en el juego a sus oponentes humanos también se está extendiendo al ámbito del cibercrimen, con los riesgos tan severos que ello implica.
Estos avances en IA permitirán cada vez más a los atacantes cibernéticos automatizar los ataques contra un número significativo de objetivos de gran valor e impulsar así una nueva forma de amenaza persistente avanzada.
Mediante el aprendizaje automatizado, los cibercriminales no tendrán que elegir entre ataques puntuales contra objetivos muy específicos de gran valor u otros a gran escala contra un número indefinido de objetivos supuestamente vulnerables.
En una próxima fase de evolución, continúa, los ordenadores podrían ser capaces de mejorar la planificación de los ataques a partir del uso de datos personales a los que tienen muy fácil acceso en internet, como la denominada Información Personal Identificable de los Internautas (PII).
Esa capacidad de la que se están dotando los ordenadores para rastrear contenidos y analizar de forma “inteligente” la información de la que disponen permitirá a los cibercriminales definir mejor el alcance de sus objetivos y dirigir más eficientemente sus ataques.EFE
