Uno de cada cuatro personas que busca refugio en Europa es un menor, destacan organizaciones de ayuda a la infancia con motivo del Día Universal del Niño, que se celebra mañana, para reivindicar sus derechos, como la alimentación, los servicios de salud, la educación y también al juego.
En el mundo, 124 millones de niños están sin escolarizar y 230 millones viven en países afectados por conflictos armados, destaca Entreculturas, ONG Jesuita para la Educación y el Desarrollo.
El 20 de noviembre se conmemora la firma de la Convención de los Derechos del Niño, una herramienta para la promoción y protección del bienestar de la infancia que establece que todos los niños deben gozar de salud, disfrutar de descanso y del juego, tener una familia, un nombre, una nacionalidad, recibir educación, desarrollar la capacidad de libertad de pensamiento y expresión y ser protegido frente a la explotación infantil, recuerda la ONG.
Los niños refugiados se ven privados especialmente de estos derechos, destaca el consultor de Unicef Tomás Jiménez, profesor de Derechos Humanos.
«Un cuarto de las personas que buscan refugio en Europa este año son niños; se estima que unas 800.000 personas habrán solicitado asilo en 2015, lo que supone un 75 por ciento más respecto al año pasado. Muchos niños refugiados y migrantes en Europa están viviendo en condiciones de hacinamiento y privación extremos, expuestos a riesgos de violencia, explotación y abuso».
Desde Unicef se reclama más plazas de reasentamiento en toda Europa, visados humanitarios para los niños y acelerar los programas de reunificación familiar para los menores separados de sus padres.
Las cifras mundiales nos recuerdan que mil millones de niños viven por debajo del umbral de la pobreza, que 270 millones no tienen acceso a servicios de salud y que 1,2 millones de menores son víctimas de trata cada año.
En España, las dificultades de integración de las familias en situación de pobreza o vulnerabilidad social afectan especialmente a los menores y adolescentes, que ven comprometido su desarrollo físico, emocional y cognitivo como consecuencia de las carencias asociadas a su situación, recuerda la Obra Social «la Caixa», que trabaja con sus programas en el objetivo de romper la transmisión de la pobreza de padres a hijos.
Desde el Observatorio del Juego Infantil se insiste en la importancia de dedicar más tiempo al juego diario, porque señala que con esta actividad los niños no solo se divierten, sino que aprenden del mundo que les rodea y mejoran su socialización.
