Civismo otorgó el Premio Sociedad Civil 2015 a Carlos Herrera po su defensa de la libertad, tanto en su día a día profesional como personal.
El galardón, que fue otorgado por Albert Boadella (premiado de la edición anterior) reconoce la defensa de la sociedad civil, valor sin el que la democracia empeora, las libertades quedan constreñidas y la economía pierde pulso. Carlos Herrera Crusset fue elegido por unanimidad entre los miembros del jurado, formado por el patronato de esta asociación.
Albert Boadella, encargado de presentar a Herrera, se refirió a él como “una persona astuta, que vela todas las mañanas por el libre pensamiento de los españoles”. Además, el dramaturgo alabó la opinión del periodista de Onda Cero, “que se intuye sin que la exprese machaconamente”. En cuanto al sentido del humor del conductor de Herrera en la Onda, lo definió como “el antídoto contra el fanatismo”. Boadella terminó su discurso diciendo: “Carlos Herrera siempre se ha implicado con coraje en defender la libertad. Para él, la ética es belleza. El placer de la verdad siempre conlleva grandes riesgos, y los ha asumido”.
Carlos Herrera comenzó su intervención asegurando que “el concepto de patria o muerte que manejan algunos no lo utilizo”. Lo considera “un arma arrojadiza y peligrosa”. El periodista explicó que “sin libertad individual es imposible conseguir la libertad colectiva”. Sin embargo, quiso incidir en que “ser liberal no supone ser conservador”. A pesar de que no acostumbra a definirse, ayer lo hizo, con sorna, diciendo: “Soy español, heterosexual, constitucionalista, fumador de puros, aficionado a los toros, monárquico… ¿A qué país me exilio?”. Bromeando sobre el liberalismo, dijo: “En el fondo, me hubiera gustado ser socialdemócrata. Lo tienes todo pagado y, además, pareces el bueno de la película”.
El acto fue introducido por Julio Pomés, presidente de Civismo, que explicó a los asistentes las principales funciones de este think tank: “Trabajamos en el ámbito socioeconómico, sin ánimo de lucro, y no aceptamos donaciones públicas. Somos totalmente independientes”. Pomés definió a Civismo como “un catalizador de ideas que favorece que cada ciudadano forje mejor su propio criterio, promoviendo así un ejercicio más vivo de la libertad personal”.
