A lo largo de 2014, la población extranjera empadronada en Pamplona bajó en 651 personas respecto al año anterior, quedando situada en 21.002 personas (el 10,5% de la población) y confirmando la tendencia descendente iniciada en 2012
Entre las causas, según apunta el XXIV Informe de Inmigración presentado hoy por la concejala de Participación Ciudadana, Juventud y Deporte, María Caballero, y el sociólogo municipal, Gregorio Urdániz, estarían el elevado número de nacionalizaciones (1.366), el descenso del flujo inmigratorio y el retorno de estas personas a sus países de origen u otras zonas.
En cuanto al número de nacidos en el extranjero y residentes en Pamplona (se incluyen, además de la población empadronada como inmigrante, los nacionalizados, los nacidos fuera de España de padres españoles, etc), el año pasado creció después de dos años de descenso, alcanzando las 34.008 personas, pero fruto principalmente de las altas tasas de nacionalizaciones, por las cuales estas personas dejan de ser consideradas como inmigrantes y adquieren la condición de españolas.
Este informe es elaborado anualmente por el Ayuntamiento de Pamplona con los datos sobre población extranjera obtenidos del Padrón Municipal. Las cifras revelan que, de ese 10,5% de población extranjera que tiene actualmente la ciudad, el 4,4% pertenece a personas procedentes de la Unión Europea y, el restante 6,1%, al resto del mundo, con representación de 131 países diferentes, uno más que en 2013.
Búlgaros y rumanos, los más numerosos
Según los datos presentados, el colectivo más numeroso dentro de la población inmigrante es el de los búlgaros, con 3.157 individuos, seguido de los rumanos, con 2.751 personas. A continuación estarían los portugueses con 1.132 personas y, en cuarto lugar, los ecuatorianos con 1.115. Tras ellos se sitúan los oriundos de Marruecos y de Bolivia, con 1.077 y 1.003 personas respectivamente y, ya por debajo del millar, los chinos (820), colombianos (710) y ucranianos (706). Las seis procedencias que acumulan más de mil personas suman el 48,7% del total de extranjeros residentes en Pamplona.
Las variaciones más significativas respecto a años anteriores, según el informe, se refieren principalmente a un pequeño ascenso de los rumanos (172 personas más) y al descenso considerable de la población de origen iberoamericano, con menor presencia de bolivianos (299 personas menos), ecuatorianos (181), peruanos (152) y colombianos (125). Búlgaros y portugueses se mantienen estables. Por bloques de países, tan sólo tres superan las mil personas en el grupo de ‘no comunitarios’ (Ecuador, Marruecos y Bolivia), aglutinando el 26,4% de esta inmigración. En el ámbito de la Europa comunitaria, Bulgaria, Rumanía y Portugal concentran el mayor número de residentes, con el 79,2% del total, y seguidos a distancia por italianos (449), polacos (312) o británicos (252).
Teniendo en cuenta las grandes áreas geográficas, los procedentes de la Europa comunitaria representan el 42,4% de los inmigrantes tras crecer levemente en 202 personas, mientras que los oriundos de América Latina han descendido en 901 personas, representando ahora el 27,9%. El resto de zonas están mucho menos representadas y se mantienen estables.
Población equilibrada y joven
Analizando la población extranjera de Pamplona por edades y sexo, se aprecia que la diferencia entre hombres y mujeres es mínima, con el 51,1% y el 48,9% respectivamente, aunque este dato varía según la procedencia. Así, predominan los hombres de países islámicos de África como Argelia, Marruecos o Senegal, de países asiáticos como Pakistán y de algunos europeos como Portugal. Por el contrario, hay más mujeres procedentes de países iberoamericanos como Nicaragua, Honduras, Brasil, México o Bolivia y de algunos países de Europa del Este como Rusia o Ucrania.
En cuanto a la edad, el rango más numeroso de población inmigrante se da entre los 19 y los 40 años, ya que supone el 53,4% del total. Por el contrario, es muy escasa la presencia de mayores de 65 años, en torno al 2,3%. Comparando a los extranjeros con los pamploneses se advierte que es una población mucho más joven. Hasta los 19 años la proporción es bastante similar, mientras que de los 20-24 hasta los 40-44 los pamploneses suponen el 29,7% de la población mientras que el 60% de los extranjeros tiene esa edad. Finalmente, a partir de los 55 años la presencia de extranjeros es escasa (8,8%) frente al 36,4% de los nacidos aquí.
Por nivel de estudios, el 64,9% de la población extranjera que reside en Pamplona tiene como titulación académica el certificado escolar, ESO o graduado escolar, mientras que el 9,4% cuenta con Bachillerato Superior y alrededor del 8% con título universitario, nivel en el que más diferencia existe con la población pamplonesa, que llega al 24% de titulados universitarios. No obstante, las diferencias entre nativos y extranjeros se van reduciendo cada año.
Reparto por barrios más igualitario
Por barrios, las cifras sugieren que las diferencias de reparto porcentual de la población inmigrante están disminuyendo gradualmente, lo cual se valora positivamente como confirmación de que se van distribuyendo por toda la ciudad. Así, el barrio con mayor proporción de extranjeros sigue siendo Buztintxuri, aunque baja del 20,3% registrado en 2013 hasta el 18,9% del año pasado, seguido por Milagrosa con el 16,7%, y Echavacoiz, que pasa al tercer puesto con el 16,6%. Ambos descienden más de un punto. Con menor presencia aparecen los barrios de San Jorge (15,4%), Azpilagaña y Rochapea (11,8% cada uno) y Casco Viejo (10,8%).
Por nacionalidades, existen diferencias en el asentamiento por barrios, aunque no son demasiado grandes y no alteran la normal convivencia entre todos ellos. Los procedentes de América del Sur se distribuyen por todos los barrios de la ciudad, aunque están más presentes en Rochapea, Milagrosa e Iturrama. De este modo, el 18,3% de los ecuatorianos y el 11,5% de colombianos viven en Milagrosa; los bolivianos se concentran de manera significativa en Ensanche y Casco Viejo, con el 38,4%; y los dominicanos y brasileños eligen sobre todo Rochapea, con el 13,7% y el 18,9% respectivamente.
Entre los provenientes de Europa del Este, se observa que los búlgaros residen preferentemente en Rochapea (19,8%), al igual que los rumanos (15,3%), mientras que los ucranianos eligen primero San Juan (16,1%) y los moldavos Buztintxuri (17,3%). El 26,4% de los portugueses se concentran en Rochapea, y marroquíes y argelinos tiene una presencia más significativa en Rochapea (17,3% y 21%), Milagrosa (14,4% y 12,7%) y San Jorge (13,3% y 15,5%). Por último, los nigerianos habitan sobre todo en Rochapea (23,5%), San Jorge (18,9%) y Chantrea (18,8%) y los chinos prefieren Iturrama, barrio en el que vive casi el 20% de su población.
Más iberoamericanos nacionalizados
En cuanto a las nacionalizaciones, el XXIV Informe de Inmigración recoge una cifra de 1.366 en el año 2014, manteniéndose la tendencia de los últimos años. Entre 2007 y 2011, la cifra de personas extranjeras que pasaron a engrosar la cifra de españolas osciló entre las 1.131 y las 1.613 según el año. En 2012 el número descendió hasta los 844 individuos, para volver a crecer en 2013 hasta los 2.360, debido posiblemente a algún ajuste administrativo, según apunta el informe. Desde el año 1992 hasta diciembre del año pasado el número total de nacionalizados como españoles se eleva a 14.188.
Atendiendo a los países de procedencia, se observa una gran diferencia en el número de nacionalizaciones. Así, en las últimas dos décadas los ciudadanos de origen iberoamericano están obteniendo en mayor proporción la nacionalidad española, con Ecuador a la cabeza con 4.979 personas, seguido de Colombia con 1.933, Perú con 1.373, Bolivia con 1.364 y República Dominicana con 822. A lo largo de 2014 destaca sobre todo el número de nacionalizaciones de bolivianos, con 352 personas. Las especiales condiciones legales bilaterales que existen entre diferentes estados iberoamericanos y España favorecen las nacionalizaciones de las personas procedentes de estos países.
