20 fallecidos, entre ellos los tres yihadistas, una movilización policial sin precedentes y un país totalmente paralizado… Francia ha vivido sin respiración durante 56 horas de terror, las más dramáticas de su historia reciente
La policía francesa ha cerrado esta tarde tres días de pánico con dos asaltos simultáneos. El primero, en una imprenta de Dammartin-en-Goele, al nordeste del país, donde desde primera hora se atrincheraban los hermanos Said y Chérif Kouachi, responsables del asalto al semanario francés “Charlie Hebdo”. El segundo, contra un supermercado judío, en París, donde un islamista ha mantenido secuestrados durante horas a varios rehenes.
El asalto a la imprenta se ha saldado con la muerte de los dos terroristas y la liberación de una persona que, escondida en una caja de cartón, habría logrado pasar desapercibido a los propios islamistas. En la segunda operación fallecieron, además del secuestrador, cuatro rehenes, mientras que, según han informado fuentes policiales, otros cuatro se encontrarían en estado crítico. Dos agentes de las fuerzas especiales han sufrido también heridas, aunque sin gravedad.
Tres yihadistas coordinados
La secuencia de la tragedia en Francia comenzó en la mañana del miércoles, cuando los hermanos Kouachi irrumpían, armados con metralletas kalashnikov y encapuchados, en la reunión diaria del semanario humorístico “Charlie Hebdo”, uno de los más populares en el país. El asalto se saldó con la muerte de doce de sus trabajadores, entre ellos su director, y varios dibujantes de gran prestigio en Francia. En el ataque también falleció un policía, Ahmed Merabet, que fue rematado a sangre fría en el suelo.
Ayer, un tiroteo en el barrio de Montrouge, terminaba con la vida de una policía municipal. Detrás de este ataque estaba Amedy Coulibaly, de 32 años y raza negra, que hoy ha mantenido retenidas a varias personas en una tienda de comida kosher de París.
Según manifestó el propio Coulibaly en conversación telefónica con la cadena de televisión francesa BMFTV, el tiroteo a la policía era una acción coordinada con los asesinatos del «Charlie Hebdo». La investigación ha demostrado que los tres yihadistas mantenían contactos desde hacía años, pese a que pertenecían a distintos grupos islamistas. Los hermanos Kouachi habían sido formados por uno de los líderes de Al Qaeda en Yemen, mientras que Coulibaly pertenecía aEstado Islámico.
Este último había sido condenado en diciembre de 2013 a cinco años de prisión por intentar ayudar a escapar al antiguo miembro del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino Smaïn Aït-Belkacem, que cometió un atentado en la estación de tren del Museo de Orsay en París en 1995. Por la misma acción fue detenido, y liberado con cargos, el menor de los Kouachi, Chérif, de 32 años, sentenciado en 2008 a tres años de cárcel por captación de yihadistas en Irak. Su hermano, de 34, también había recibido entrenamiento militar de los islamistas.
El presidente francés, François Hollande, ha tratado hoy de lanzar un mensaje de ánimo a una sociedad francesa que trata de recomponerse de lo vivido en los últimos días. En una declaración institucional desde el Elíseo, Hollande ha llamado a la unidad para hacer frente a la barbarie yihadista.
“No dividirnos significa que no podemos hacer ninguna amalgama, no podemos dar ninguna facilidad”, ha dicho, al tiempo que ha advertido de que los responsables de los ataques son “iluminados, fanáticos, que no tienen nada que ver con la religión musulmana».
Hollande ha apelado a los tradicionales valores de la República para lanzar un mensaje de ánimo a un país completamente convulsionado por los sucesos, al que ha recordado que es “un pueblo libre, que no tiene miedo, porque llevamos como estandarte un ideal que es más grande que nosotros y que somos capaces de defender allá donde este amenazada la paz”. “Ante esta prueba les aseguro que saldremos aún más fuertes”, ha dicho el presidente galo.
París será epicentro, el domingo, de una manifestación multitudinaria convocada en repulsa por los ataques, y a la que ya han confirmado su presencia varios presidentes europeos, entre ellos, Mariano Rajoy. Antes, tendrá lugar una reunión sobre terrorismo a la que asistirán el fiscal de EEUU y los ministros de Interior de los países de la UE.
Fin a tres días de terror
El gobierno francés había ordenado el miércoles un impresionante despliegue formado por 80.000 miembros de las fuerzas de seguridad para tratar de localizar a los hermanos Kouachi. Ambos habían sido identificados en la tarde del jueves en una gasolinera del norte de París. El viernes por la mañana, robaron un coche en la carretera N-2, y se dirigieron a Dammartin, donde se atrincheraron en el edificio de una imprenta, ubicado en un polígono industrial de la localidad.
Una vez localizados, la policía se desplegó en la zona. Según fuentes policiales, en el asalto influyó de forma importante los datos enviados por una persona desde el interior del edificio. Un joven diseñador gráfico, de 27 años, que logró escaparse de los terroristas sin que estos se percatasen de su presencia y que, escondido en el interior de una caja de cartón, fue enviando mensajes a sus familiares y también a los agentes, sobre la posición de los Kouachi en el interior de la imprenta.
Finalmente, tras ocho horas de tensión, el presidente francés, François Hollande, dio luz verde para que las fuerzas especiales del GIGN comenzasen el asalto. Agentes de este cuerpo de élite subieron al techo de una de las naves y un helicóptero de la Gendarmería se puso en marcha. Tras cinco minutos de disparos y una fuerte explosión, los agentes lograron entrar a la imprenta. Said y Chérif Kouachi cayeron bajo el fuego de las fuerzas del orden tras salir de la imprenta disparando con sus fusiles kalashnikov.
Simultáneamente, las fuerzas de élite del RAID, conocidos como“panteras negras” por su efectividad en este tipo de operaciones, protagonizaban el asalto al supermercado judío de París, donde Amedy Coulibaly, islamista de 32 años, mantenía secuestrados a varios rehenes.
El terrorista había exigido la liberación de los yihadistas atrincherados al nordeste de París y amenazado con provocar «un baño de sangre» si no se atendía a su exigencia. Según testigos, Coulibaly había entrado esta mañana en el establecimiento al grito de «Ya sabéis quien soy», en referencia al tiroteo ayer contra los policías de Montrouge.
La policía francesa había divulgado hoy la foto de Amedy Coulibaly y la de su compañera, Hayat Boumeddiene, por su relación con el asesinato de la agente, de 26 años, alertando de que ambos iban armados y resultaban muy peligrosos.
El fiscal general de Francia ha informado de que Boumeddiene se encuentra en busca y captura por su presunta vinculación en la captación de rehenes. Se ignora si también habría participado en el secuestro al supermercado, pero habría logrado escapar.
