La Unión Cristianodemócrata (CDU) alemana optó hoy por el continuismo y, tras 18 años bajo el liderazgo de la canciller Angela Merkel, entregó la jefatura a su leal secretaria general, Annegret Kramp-Karrenbauer, pese al fuerte empuje del ala derechista del partido.
AKK, como se denomina a la secretaria general del partido, se impuso por un 51,8 % en el congreso de la CDU de Hamburgo, frente al 48,2 % del representante del ala derechista, Friedrich Merz, y tras haber quedado descartado en una primera vuelta Jens Spahn, asimismo crítico hacia la línea de Merkel.