Manolo Royo
Articulo 87
Voy a contaros unos cuentos de un reino no muy lejano del que sus ciudadanos más comunistas querían sustituir al rey, y eso que siempre que juraban la Constitución decían lo contrario.
No los titularé “Los Cuentos de Calleja” porque el bueno de Jesús no ha sobrevolado nunca estupideces de este nivel ni comentado nada al respecto.
Había una vez una ciudad en pleno suelo hispano en la que a pesar de que todos sus gastos los pagaba el gobierno de la nación en sí, la gobernaban los antideshaucios locales porque la gente no quería que los bancos desahuciaran a nadie. Es más, la gente, abrió sus negocios a los recién llegados a la ciudad en busca de la ansiada libertad y montaron sus propios negocios en la misma puerta de los residentes, algunos se atrevieron a entrar en casa de los que les sonreían con agrado y las okupaban ante la pasividad del gobierno antideshaucios, que solo dejaba de denunciar a los propietarios si estos pagaban los gastos de sus okupados (luz, agua, gas, comunidad de propietarios…) Lo que viene haciendo el gobierno central con ellos.
Barcelona es un lugar donde los delincuentes tienen más derechos que los transeúntes. 400 delitos diarios avalan el dato.
Esa libertad que tanto nos ha costado conquistar va siendo moldeada por todo el que llega y la adopta a su voluntad. No digo a su santa voluntad porque intuyo que aquí no llegan santos ni en misión especial.
Los chistes, que siempre nos han servido de refugio intelectual y advertencia social a lo nuevo que nos llega, dicen: ¿Dónde va una mujer sin anillos, ni pendientes, ni callares?
Un 27% contestó que a hacerse una radiografía y un 73% que iba a Barcelona.
Y hablando de porcentajes, propongo que los políticos catalanes, a excepción de en Las Cortes, solo hablen catalán en todas sus manifestaciones públicas. Y si por error, o cualquier otro motivo, lo hicieran en castellano, que no se emita en ningún medio de comunicación nacional, en justa compensación con los niños que no reciben educación en la lengua común del Estado.
En otro orden de cosas, la exministra María Antonia Trujillo vuelve a poner en cuestión la soberanía de Ceuta y Melilla.
¿Nadie la va a dar un estirón de orejas aunque sea por su cumpleaños?
Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com
