Toma de posesión de los 13 consejeros del Gobierno de Chivite.
Para una parte importante de los navarros (recuerden, la mayoría), los 100 días de gobierno de la socialista/nacionalista vasca Maria Chivite en una escala del «uno a cien», no llegarían ni al 20.
100 días para engrosar y aumentar desmesuradamente los cargos y puestos en el Gobierno a costa de las arcas forales, es decir de nuestros impuestos.
Lejos de la autocomplacencia del PSN, su partido, que acerca la labor de este gobierno a un 100, hay una realidad clara, el carácter de testaferro de dicho Gobierno. Testaferro del nacionalismo vasco de Geroa Bai, el de los «buenos resultados» en las últimas elecciones, y, sin olvidarse de Bildu. Esos buenos resultados traducidos en un castigo en las urnas a su gestión como cuatripartito (Geroa Bai, Bildu, I-E y Bildu), retirándoles esa raspada mayoría absoluta que sumaron para gobernar. Y que PSN, siendo segunda fuerza política, uniéndose a ellos les devuelve el gobierno en contra de la voluntad de los votantes navarros.
Con su abstención necesaria en la investidura de Chivite, Bildu es el que manda en este Gobierno, se diga lo que se diga. Sin su apoyo nada puede salir adelante.
Qué 100 días más largos para esta tierra. Una tierra que es la moneda de cambio, los cromos de una colección que el partido socialista necesita cambiar para que concluya la desaparición de España y de esta tierra, Navarra, tal y como se conoce hoy.
¿Hay remedio?
