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El buen corredor de los «sanfermines» está preparado y sabe lo que se juega

El buen corredor de los «sanfermines» tiene una preparación que no proviene solo de los minutos previos a salir al encierro, sino que lleva meses de entrenamiento físico, está bien preparado y sabe lo que se juega, al lidiar con un toro.

Así lo explica en una entrevista con Efe el director del Departamento de Didáctica de la Educación Física y la Salud de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Iván Rivilla, ante los encierros de los «Sanfermines 2018».

Ha lamentado, sin embargo, la existencia de corredores no preparados, que unos minutos antes de correr el encierro, por las circunstancias que sean, deciden «jugarse la vida».

La preparación física «cobra especial importancia para no tener una circunstancia de riesgo de este tipo», ha precisado Rivilla, quien también es autor de varios artículos sobre entrenamiento deportivo en el ámbito nacional e internacional.

Ha asemejado la preparación física de un corredor de los «sanfermines» al entrenamiento de un velocista de atletismo, y ha indicado que, al ser una actividad individual, la preparación está estrechamente vinculada a la duración del esfuerzo.

Un encierro de los «sanfermines», ha precisado, puede tener una duración de entre 2 o 3 minutos, pero la actividad que hace el corredor puede que no llegue al medio minuto a «una elevadísima intensidad», prácticamente como un «sprint».

Una de las recomendaciones básicas, según Rivilla, es que unos 15 o 20 minutos antes de salir al encierro, el corredor, para prepararse al esfuerzo posterior, realice una carrera continua -que es un período de activación progresiva- durante 3 0 4 minutos.

A continuación, ha explicado, es conveniente que haga ejercicios específicos de movilidad articular, sobre todo, de los músculos principales de las extremidades inferiores, que son los más implicados en la carrera, ha explicado.

Esta preparación previa, ha indicado, concluiría con 3 o 4 «sprint» a máxima intensidad, de entre 6 y 7 segundos de duración, que sean similares al esfuerzo que tiene que hacer el corredor en ese fragmento del encierro, que puede recorrer un máximo de 200 o 300 metros, como máximo.

Durante el encierro, la pauta es de un esfuerzo máximo de 30 segundos para una carrera del trayecto mencionado que, como máximo, es de 300 metros, ha subrayado este entrenador deportivo.

Una vez completado el encierro, el corredor requiere de una recuperación física, en la que se implican, fundamentalmente, ejercicios de movilidad, relacionados con los «estiramientos activos y estáticos», que están vinculados con la fase de activación, de manera que los músculos que más se han calentado, son los que más se necesitan estirar, ha informado.

Rivilla ha incidido en que le consta que hay buenos corredores, profesionales, que conocen bien la práctica del encierro.

Sin embargo, también ha precisado que hay muchos jóvenes que hacen auténticas barbaridades, son inconscientes, e interrumpen la buena preparación de muchos corredores, que lo viven desde dentro, y las buenas carreras».

En su opinión, estas personas que, inconscientemente se juegan la vida en los encierros, «casi siempre suelen ser turistas o personas que van de paso dos días y no vuelven nunca más» a los encierros de San Fermín. EFE.

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