El Rey ha aprovechado hoy la entrega del Premio Enrique V. Iglesias al empresario hispano-mexicano Plácido Arango para expresar su solidaridad, apoyo y cariño a todos los mexicanos por el reciente terremoto, antes de proclamar: «España siempre está cerca de México y más en estos momentos».
Ante la embajadora mexicana en España, Roberta Lajous, presente en el acto de entrega del premio que ha tenido lugar en el Salón Magnolias del Palacio de la Zarzuela, don Felipe ha recordado cómo ya transmitió personalmente por teléfono tras el seísmo su apoyo y sus condolencias al presidente Enrique Peña Nieto y ha elogiado la «capacidad de recuperación del pueblo mexicano».
«Quería transmitir de nuevo nuestra condolencia, nuestra solidaridad, nuestro apoyo, nuestro cariño a todos los mexicanos, a todas las familias, a todas las personas que han sido afectadas y que siguen sufriendo en muchos casos las consecuencias de ese terrible terremoto», ha subrayado el Monarca, en unas improvisadas palabras.
Tras recordar que los desastres naturales «no son nuevos en México, en toda el área iberoamericana», don Felipe ha destacado también cómo los recientes huracanes «han afectado duramente al Caribe y a Norteamérica».
«Pero sabemos de la capacidad de recuperación del pueblo mexicano» y «sabemos que muchos países, entre otros España, hemos intentado ayudar, ofrecer todo el apoyo que fuera necesario, sabiendo que entre hermanos no es difícil ofrecer apoyos», ha continuado el jefe del Estado.
Por último, Felipe VI se ha dirigido a la embajadora para recalcar que, como ya sabe ella «y saben todos los mexicanos», España «siempre está cerca de México; y más en estos momentos».
El terremoto que golpeó el pasado día 19 el centro de México, con una magnitud 7,1 en la escala de Richter, ha dejado al menos 333 muertos, de ellos 194 en la capital, donde las autoridades locales calculaban que todavía hay cerca de cuarenta personas bajo los escombros del edificio derruido por el seísmo en el número 286 de la avenida de Álvaro Obregón.
Entre ellos se encuentra el malagueño Jorge Gómez, uno de los tres españoles que siguen sin ser localizados tras el terremoto, mientras que, hasta el momento, solo se tiene constancia de la muerte de un español residente en México como consecuencia del seísmo, el médico madrileño Leopoldo Nieto Cisneros.
