Victoria del Málaga contra todo pronóstico ante un Barcelona muy espeso. Desaprovecha el equipo de Luis Enrique la oportunidad de colocarse en lo más alto de la clasificación
Un error de Dani Alves propició el tanto andaluz en la primera parte que dio los tres puntos a un fantástico Málaga.
El Málaga se convierte en la bestia negra del Barça tras empatar en la Rosaleda (0-0) y ganar en el Camp Nou con un solitario pero fulminante gol de Juanmi en el minuto 7 de la primera parte.
El Málaga hizo el partido perfecto en defensa y supo aprovechar un fallo de Alves en el minuto 7 para marcar por medio de Juanmi.
El FC Barcelona ha puesto fin a su racha de once victorias consecutivas ante un valiente Málaga que ha sabido encontrarle las cosquillas en el Camp Nou. El equipo culé, que podía haber dormido líder, se ha encontrado con un duro revés que le puede dejar a cuatro puntos del Real Madrid, si el equipo blanco gana este domingo al Elche.
Messi, desaparecido
El planteamiento de Gracia surtió efecto y su equipo dispuso de más ocasiones claras que el Barcelona, sobre todo en la primera mitad. Salvo algún destello intermitente de Neymar, apenas se vieron las habituales arremetidas demoledoras del tridente Messi-Neymar-Luis Suárez. Especialmente significativo fue el caso del argentino, que prácticamente pasó desapercibido durante todo el partido.
El equipo de Luis Enrique no era capaz de ver ni de lejos la portería defendida por Kameni. Pasaban los minutos y el equipo azulgrana apenas experimentaba mejoría.
El Barcelona sin ideas
Luis enrique, buscando más dinamita, metió a Pedro y mantuvo a sus tres delanteros estrella; y optó por Mascherano en el centro del campo en sustitución de Alves, adelgazando la defensa. Pero el FC Barcelona estaba completamente desentonado, sin ideas; con un juego espeso hasta la solidez.
A la desesperada, el equipo azulgrana se volcó sobre la portería andaluza en los minutos finales. Ahí fue cuando se vieron las únicas oportunidades claras de un gol que nunca llegó. La racha de once victorias consecutivas que acumulaba el equipo de Luis Enrique debía mucho al ritmo marcado por Messi. Y con el argentino desaparecido, desapareció también todo el equipo.
