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OPINIÓN: Islam sobrante. Las malas enseñanzas del Islam son contrarias a la educación humanista

OPINIÓN: Islam sobrante. Las malas enseñanzas del Islam son contrarias a la educación humanista
Juan Prada
Juan Prada

Dado el antisocialismo dinámico natural propio de los seres humanos obtener su más pronta armonización es fundamental en el campo de las relaciones familiares y en el de la convivencia general. Los niños son un peligro para su entorno mientras no llegan a tener uso de razón suficiente para comprender las consecuencias positivas y negativas de sus actos sobre los demás y de los actos de los demás sobre ellos, eligiendo el camino del bien común.

A nadie se le ocurre dejar solos en un piso a varios niños de cinco o seis años y de tres y cuatro, con un bebé, porque las posibilidades de que el bebé salga volando por una ventana o arda la casa, son enormes. Si en lugar de armonizar las relaciones humanas, desarrollando los buenos sentimientos desde la cuna, se embuten ideas discordantes, como la de que solo hay un Dios en exclusividad, testificado por un mensajero incuestionable, de manera que quien no se someta a tal creencia o la abandone es enemigo a destruir “cum laude”, se forman masas de gentes rencorosas aprovechables por los negocios mafiosos del crimen organizado y difundibles por todo el mundo.

El Islam es una creación artificial basada en un silogismo de evidente falsedad en cuanto que su premisa mayor es una suposición no verificable (Alá es el único Dios en que es obligado creer), sostenida por una manifestación rutinariamente conservada desde que la hiciera Mahoma (bandido ladrón, asesino, pervertido sexual, pederasta y violador), de modo que su conclusión resulta totalmente disparatada (los que no creen o dejan de creer en Alá son incumplidores de una obligación y merecedores de persecución y muerte).

La Educación humanística es un bien precioso que debe cuidarse para socializar a los hombres, formándoles integralmente de modo que, como miembros de la Sociedad adquieran una preparación adecuada autónoma y se relacionen productivamente mediante principios éticos indispensables que les permitan vivir en un ambiente de mutuo aprecio, seguro, solidario y útil.

El Islam lleva por el camino contrario, como semillero solapado de carne de cañón barata para usos terroristas, iniciado en Arabia para justificación de bandidos y ahora en la mano de las altas finanzas internacionales, tal como demostró Nich Rockefeller a Aaron Russo anticipándole el hundimiento de la torres gemelas de Nueva York.

La apertura de mezquitas es indicativa de la corrupción de políticos y gobernantes que no sirven los intereses de los ciudadanos y se dedican a asustarlos y esquilmarlos, apriscarlos, controlarlos y, ya en muchos sitios, a esclavizarlos y maltratarlos como a reses. Ponerse a castigar severamente, dentro de lo que cabe, a musulmanes radicalizables que cometen asesinatos yihadistas y se dejan coger vivos, es simple disimulo de su cultivo aprovechable, cuando lo verdaderamente eficaz es dejar de criarlos, como se viene haciendo en el Japón y se acaba de decretar en Angola: Mezquitas ¡fuera!.

Juan Prada Bécares, abogado. Promoción 9 abril 1952 para Defensa del Derecho la Vida y la Integridad Física y Moral de las Personas.

Ermita Ibrahim-al-Ibrahim en Gibraltar.
Ermita Ibrahim-al-Ibrahim en Gibraltar.

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