Llegada esta fecha del 24 de diciembre, nos felicitamos las fiestas de Navidad, nos deseamos prosperidad, amor, felicidad, salud, suerte, trabajo…. Todos, quien más quien menos, celebraremos una cena copiosa, abundante, larga y plena de alegría con nuestros familiares. Habrá sobreabundancia de alimentos, de comida y de bebida, excesos seguramente permitidos por los comensales y también visitas a los servicios de urgencia hospitalaria tras una sobremesa etílica. Nada nuevo.
Pero la Noche Buena es algo más que un mero ritual sobre la mesa. Se trata del recordatorio del nacimiento del pequeño niño Jesús en un viejo y desvencijado establo de Belén, hijo de María y José, y fruto del Espíritu Santo. Hay que celebrar que hace 2014 años nació Jesús. Es el comienzo del Cristianismo y lo recordamos. Todo lo accesorio y superficial de esta noche es fruto del paso de los años y de la suma de añadidos sucedáneos, pasajeros y modas variadas de aquí y de allá.
Lo importante, y el motivo por el que muchos se han montado sus propios festejos aprovechando las circunstancias, es el nacimiento de Jesús. Celebrémoslo.
¡Feliz Noche Buena y Feliz Navidad!
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