Después de conocer los datos de los diferentes sondeos sobre intención de voto para las próximas elecciones, parece que todos están haciendo sus cálculos particulares para sobrevivir al recuento definitivo, el que de verdad vale, el que dictan las urnas, y nadie parece estar tranquilo con las cifras que les atribuyen en esas encuestas por separado. Tanto es así que ya empiezan a lanzar signos de cariño unas formaciones a otras para hacer fuerza común, no ya por propias similitudes, sino por quitarse de en medio a un rival directo. ¿Ya nadie confía en sus propias fuerzas?
Todo el mundo quiere salvar su pellejo para no verse apartado de la vida pública y de paso también eliminar a un adversario político en un escenario más beligerante y concurrido que otras ocasiones. Todos ven aparecer las orejas del lobo en el futuro cercano y se preparan para que no les devore, electoralmente hablando.
En el escenario nacional, Cospedal maneja contemplar una coalición entre PP y PSOE si su partido no tuviera mayoría absoluta, mientras que dentro de la Comunidad foral Izquierda-Ezkerra ofrece a Podemos y a Equo elaborar lista y programa conjunto para las forales.
Quien más quien menos se está preparando para lo que pueda venir con el fin de ‘salvar el culo’ ante el anuncio de los sondeos que anticipan un vuelco en la decoración, tanto a nivel nacional como a nivel foral. Pero esas coaliciones forzadas por las circunstancias pasajeras, esas alianzas artificiales, esos nexos de unión tan poco duraderos y esos amiguismos de quita y pon tan antinatura no pueden engañar al electorado.
La gente tiene memoria y, a pesar de que el ‘hombre’ es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, el engaño de cierta parte de la clase política hacia el electorado en general no puede hacer caer a los votantes (que son personas, sufren y padecen, disfrutan y se alegran) en una falsa e irreal imagen de poderío popular. Las coaliciones duran lo que duran y en este momento de dificultades económicas se ven las orejas del lobo sí, pero también se ve el plumero de algunos políticos…. aunque pacten con el diablo.
Redacción Navarra Información
