En los tiempos que corren, parece que se ha dejado de utilizar el verbo dimitir en todas sus formas personales, ya saben (yo dimito, tú dimites, él dimite, nosotros dimitimos, vosotros dimitís y ellos dimiten), ya sean en presente, pasado o futuro. Casi todo el mundo lo ha dejado de conjugar en estas formas para dejarlo únicamente en el uso del imperativo… dimite tú, dimitid vosotros o dimitan ustedes.
En todo caso, podemos decir que el verbo dimitir como tal, ya no existe o está en un claro desuso o retroceso, o al menos ha dejado de utilizarse en toda su extensión, ya que casi nadie desarrolla esa acción a la que se refiere. Desde hace un tiempo a esta parte, el verbo dimitir ha añadido la partícula negativa ‘no’, que acompaña al verbo dimitir colocándose por delante de éste. El adverbio de negación indica la falta de lo significado por el verbo al que precede y ha formado un nuevo verbo, el verbo ‘no dimitir’, cuya conjugación nos la sabemos todos (yo no dimito, tú no dimites, él no dimite, nosotros no dimitimos, vosotros no dimitís y ellos no dimiten).
Tan sólo, y muy recientemente, el ex (ya) presidente del F.C. Barcelona Sandro Rosell se atrevió a conjugar el verbo original en primera persona del presente de indicativo (yo dimito)…. Y además lo cumplió. Extraño caso el de este personaje del fútbol español…. ¿O no es español? Bueno, que me voy del tema y eso daría para otra reflexión.
Lo curioso del caso del verbo dimitir, o no dimitir, es que tiene un cierto paralelismo con el de los verbos ganar y perder, especialmente cuando se trata de comentar los resultados electorales después de una jornada electoral. ¿Recuerdan a alguien que reconozca públicamente haber perdido en primera persona (yo he perdido)?
Toca repaso de las conjugaciones. Feliz fin de semana.
Redacción Navarra Información
