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Sanfermines

Artículo 122

Para empezar, de “Viva San Fermín” nada, porque vosotros habéis sido educados en el marxismo, como yo, que también lo soy, pero de la rama de Groucho.

Criados sin Dios ni patria que recogéis perros y bicis de la calle, perros sin microchip y bicicletas abandonadas a su suerte.

Por favor, no me digáis que habéis pasado alguno por una tienda y os habéis gastado dos mil euros en una bicicleta. Bueno, que tampoco me extrañaría porque ahora las bicis eléctricas las subvencionan y vosotros no hacéis nada sin subvención.

¿Os habéis fijado en las últimas fiestas de San Fermín, las miles de personas que han disfrutado de los encierros y las corridas de toros? ¿De la cantidad de gente que ha trabajado en bares, restaurantes, hoteles, seguridad, comercios, músicos, transporte, espectáculos y demás? Pues bien, toda esa gente: corredores, público, toreros, ganaderos, televisiones, periodistas, apoderados, mulilleros, picadores y el que recoge las almohadillas, queréis que se queden en casa. Que no se celebre nada porque los toros sufren mucho. Ya desde por la mañana bien temprano les hacen correr de un lugar para el otro sorteando a un montón de gente que anda por su camino y que pueden dañarlos porque los tocan e incluso estiran del rabo.

Vosotros queréis pasear por la calle de la Estafeta de Pamplona sin que ningún vallado os lo impida, que no trabajen tanto los camareros, ni por supuesto los toreros. Ellos quieren que lo toros sufran como las almorranas, en silencio, que los lleven al matadero y… ¡Zas! Se acabó, nada de fiestas, no les gustan que se diviertan millones y millones de personas en todo el mundo donde televisan la corrida.

Estos tristes jóvenes, que bien es verdad que se han quitado de las drogas, de los coches y del consumo en general, son la minoría que pacta con quien les de lo suficiente como para no tener que trabajar.

Protestan según el mercado. En la actualidad lo hacen contra los ricos, a los cuales odian, así que van por los aeropuertos echándole pintura a los jets mientras han pactado con las orcas que se encarguen de los veleros de más de diez metros y, en este caso no es porque contaminen mucho, es porque no les mola que tengan barco.

Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com

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