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IRPF, filantropía y ridículo

Hay un dicho que es: “La primavera la sangre altera” y de unos años a esta parte lo podríamos completar con “y Hacienda la cartera nos aligera”.

Este año los contribuyentes navarros están comprobando en sus bolsillos la realidad de la reforma fiscal del cuatripartito. Y que la subida de unos dos puntos en las clases medias y trabajadoras venía acompañado de una estocada bajera de vizcaína, también llamada misericordia o quitapenas (noten la ironía, vizcaína era un arma blanca usada como punto de apoyo a la espada ropera entre los siglos XIV Y XVIII. Pero vizcaíno era también Sabino Arana fundador del PNV, partido que preside el sr. Ayerdi, vicepresidente económico, en Navarra). La estocada traicionera viene por el lado de la aplicación del mínimo personal, así como la deducción por hijo, de forma que muchos contribuyentes al acabar la declaración ven como este año salió a pagar o pagar bastante más de lo previsto, respecto a otros años. El tema afecta más a las familias con hijos y en especial a las numerosas. El Sr. Simón nos lo explicaba hace unos días, la deducción por hijos para el gobierno del cambio es un “beneficio fiscal” en lugar de una circunstancia que reduce la capacidad de pago. Esta es la ayuda a las familias que el gobierno del cambio nos ha dejado, se olvida que ya pagamos más IVA por tener que consumir más comida, libros, cultura, ropa,…. Sin olvidar que necesitamos invertir la pirámide de población para mantener el actual sistema de pensiones. Pero debemos estar tranquilos porque la presidente Barkos ha reconocido que “una pareja con dos hijos, y para un sueldo de entre 25.000 y 30.000 euros pagará 165 euros más -con la reforma fiscal-, es una cifra importante, pero no destruye la realidad de la economía familiar.”

No sé quién ha calculado la cifra, pero miedo me da que haya sido ella, pues ya sabemos que su fuerte no es la economía doméstica a juzgar por los datos de sus ahorros personales y el control de sus dietas.

Parece que el sillón de presidente foral, produce un alejamiento de la realidad económica de la sociedad navarra y de sus hogares, ya el Sr. Sanz se permitió bromear sobre la devolución, de 400€ y ahora la Sra. Barkos relativiza, en el mejor de los casos, sobre 165€, redondeando 27.500 de las antiguas pesetas. Hay muchos hogares en que la capacidad de ahorro no llega a esa cantidad, según datos estadísticos y lo observado en nuestro entorno.

Coincidiendo con el inicio de la campaña del IRPF un conocido empresario realizó una donación para equipos oncológicos. A Navarra nos tocó cerca de seis millones. En seguida partidos que se llaman de la progresía y que dicen defender a los desfavorecidos, pusieron el grito en el cielo y la acción la tacharon de “filantropía barata” y de no pagar suficientes impuestos.

Aunque coincido con Juan Manuel de Prada en su definición de filantropía (http://www.xlsemanal.com/firmas/20170417/juan-manuel-de-prada-timos-para-filantropos.html), ojala hubieran más empresarios, deportistas superfamosos y actores que siguieran el ejemplo de este septuagenario.

Pero queda claro que la verdadera filantropía, y desde luego nada barata, la hacemos los contribuyentes pagando los sueldos de nuestros concejales que sueltan sus ocurrencias en las redes sociales y airean sus desavenencias en titulares de prensa, No me olvido de nuestros parlamentarios que se dedican a discusiones semántico-sintácticas entre condenar y rechazar la barbarie de cierta banda criminal, o juegan a los trenes que si TAV o TAP o tercer hilo, pero sin dar puntada, o el juego de nuestra presidenta del parlamento con las banderas en el balcón, ahora europea no, ikurriña bai, mañana la cambio por la tricolor y al otro por la arco iris, según la sensibilidad del día.

Por favor, si piensan que los empresarios no pagan suficientes impuestos, dedíquense a revisar las leyes y a enmendarlas, impidan que los famosos cobren sueldos a través de empresas pantallas y demás ingeniería financiera permitida por los agujeros legales que ustedes debieran estudiar y taponar. Trabajen de una vez y no mareen la perdiz.

Al Sr. Tarradellas, presidente de la Generalitat se le atribuye la frase de que en política se puede hacer de todo, menos el ridículo. Pero parece que ustedes o bien carecen del mismo, o les sobra cara, o serán los dos cosas a la vez.

Jesús Bodegas, Ldo. en Biología, con experiencia en Producción y Seguridad Alimentaria

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