Hay uno, en no sé qué autonomía, que ha dicho algo en contra de los jueces. Solo se sabe que es un imbécil.
Este tipo de estúpidos nos han acompañado toda la vida. Aquí hemos regalado el oro que teníamos a Moscú, porque somos unos majaderos. No tenemos nada nuestro, por necios y cretinos.
Tras la guerra de 1898 vendimos a los EEUU Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. Y, como lerdos petulantes que somos, vendimos un años más tarde a los alemanes Las Marianas del Norte, Palaos y Carolinas por 25 millones de pesetas. ¡Ladrones acéfalos convulsivos!
¡Nosotros queremos pasta! Pasta y las comisiones pertinentes. De que no somos conservadores ni lo queremos ser, está en la actualidad, que por otra parte no deja de ser paradójica, con lo amigos de lo ajeno que somos, solo queremos lo nuestro para separarnos de los demás, no queremos ayudar a nadie, ni repartir nuestra cultura con desconocidos y mucho menos con los enemigos, como en el caso del oro.
Pues nada, vendemos la SEAT, TALGO, TELEFÓNICA y hasta la bandera la quieren cambiar por la tricolor y deje que de funcionar la Marca España.
Se han privatizado en los últimos años 120 empresas que aportaron unos beneficios de 45.000 millones de euros. Y no es malo, lo malo es cuando el Estado las quiere recomprar para hacerse cargo de un poquito o un muchito de aquella que vendió en su día. Y lo peor es cuando la expropia y se la queda por el morro.
Dile tú ahora a los EEUU que les quieres comprar o expropiar Guam (Isla del Pacifico Occidental).
Así pues, con tantos tontos, memos, simples, borricos, papanatas, bobos, ignorantes, fantasmas, insensatos, deficientes, zopencos, incultos, incapaces, simples, retrasados y engreídos, bienvenida sea la IA (inteligencia artificial). Que espero sean los primeros en desaparecer del panorama laboral, aunque habrá que andar con cuidado, puesto que solo en el Reino Unido amenaza con cargarse ocho millones de puestos de trabajo.
Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com
