El Real Madrid viaja a Barcelona con un 2-0 en el equipaje que podría permitirle cerrar el título de Liga en el Palau, si consigue la victoria, pero nadie en el equipo madridista quiere lanzar las campanas al vuelo.
En una temporada que ya es histórica para el Real Madrid, por haber conseguido tres títulos, Supercopa, Copa del Rey y, sobre todo, la novena Copa de Europa veinte años después, todavía tiene pendiente el «broche de oro», como dijo Sergio Llull, con el título de Liga que, todo hay que decirlo, está muy bien encaminado con un 2-0 en una eliminatoria al mejor de cinco partidos.