El escudo de Villafranca se compone de: Sobre fondo plateado, un águila negra. Su sello, que viene usando desde los siglos XII o XIII, es el mismo que el escudo.
VILLAFRANCA | |||
Categoría |
Villa
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Superficie en km2 |
3,7
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Distancia a Pamplona |
46,3
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Altitud |
292
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Habitantes |
2805
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Situación:
Limita con el municipio de Marcilla por el norte, Caparroso y las Bardenas Reales por el este, Cadreita y Milagro por el sur y Funes por el oeste. De oeste a este se ve atravesado por el río Aragón.
Historia
En su término existe un asentamiento de época romana. Debe de tratarse de una villa agrícola del siglo II, reformada en el siglo III o IV.
Consta ya en la documentación de la segunda mitad del siglo XI con el nombre de los distritos o «tenencias» del reino en la frontera con los musulmanes. Sancho VI el Sabio concedió a sus pobladores (1191) el fuero de Jaca eximiéndolos como «francos» -y de aquí el nuevo nombre de la villa- de toda carga señorial. El rey Enrique I había confirmado el fuero (1271) prometiendo además remediar los atropellos cometidos por sus antecesores. Carlos III eximió a los vecinos del pago de peajes en todo el reino, excepto en Roncesvalles (1416), y, como contrapartida de su resistencia contra el ejército castellano y la adhesión a su persona, Juan II les dispensó el censo que debían pagar por sus casas (1461). La que disfrutó siempre del derecho de asiento en las Cortes del reino. Santa María de Roncesvalles poseyó desde el siglo XIII diversas heredades en su término.
En 1529, Villafranca compró al rey el castillo y el molino. En 1543 obtuvo el goce de la Bardena. A fines del siglo XVIII tenía convento de carmelitas descalzos y una iglesia parroquial. Durante la primera guerra carlista, a fines de 1834, Zumalacárregui y sus hombres entraron en Villafranca y sitiaron a la guarnición cristina en la iglesia, que bombardearon e incendiaron.
La villa fue sede de uno de los hospitales más antiguos de Navarra, conservándose una cédula del año 1355, de Carlos, rey de Navarra. En la misma se indica que las propietarias del hospital eran las cofradías de San Pedro y Sta. Eulalia. Los enfermos pobres de la villa eran recogidos en la llamada sala de Nuestra Sra. de Castellar, habiendo además habitaciones para estudiantes, sacerdotes, hombres y mujeres, así como granero, corral, cocina y sala de Juntas.