Juan Crisóstomo o Juan de Antioquía, Obispo y Doctor de la Iglesia, fue patriarca de Constantinopla, considerado por la Iglesia católica uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia del Oriente
También la Iglesia ortodoxa griega lo valora como uno de los más grandes teólogos y uno de los tres pilares de esa Iglesia. Es el único de los grandes Padres que procede de la Escuela de Antioquía.
Nació en el 349 cerca de Antioquía y murió el 14 de septiembre de 407 d. C. Ha pasado a la historia con el sobrenombre de “boca de oro” por su maravillosa capacidad de hablar sobre la Fe. Desde niño tenía gran capacidad de oratoria. Juan “boca de oro”, tal como será apodado tiempo después, muere en el año 407, en Comana Pontica, durante uno de los tantos traslados que debía realizar. Su sabiduría permanece intacta a lo largo de los siglos, corroborada por centenares de escritos de un hombre y un sacerdote convencido de que “en todas las cosas” deba darse “gloria a Dios”.
San Pablo fue uno de sus preferidos. Como a la Biblia a este apóstol les dedica su pensamientos y páginas.