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La aterradora superioridad moral de Caperucita Roja: Pedro Sánchez y sus presupuestos

La madre de todas las paradojas de la economía de mercado es que el dinero es flexible aunque su esencia matemática del dos más dos son cuatro es de una rigidez absoluta. Los grandes conceptos, las decisiones últimas, esas que nos influyen a todos en nuestra íntima cotidianidad como la la capacidad crediticia, el endeudamiento, la solvencia monetaria, o el propio valor en intereses del dinero, son subjetivas, ideológicas o políticas y dependen, fluctúan y cambian según las diga este o aquel. De ahí las diferentes versiones de los economistas dependiendo de su adscripción ideológica de las que siempre me sorprende la superioridad moral de los comunistas y los antes denominados socialdemócratas… Es el cuento de Caperucita Roja  aplicado a los Presupuestos del Cum Fraude Pedro Sánchez  presentados no para España sino para seguir de paseo en el Falcon: A día de hoy no falta ni una de las llamadas de auxilio que griten «Cuidado que viene el lobo» que en esencia representa la ruina para España.

Ahí queda para la historia del derroche del dinero público el ejemplo del inefable socialista Tomás Gómez. El político expulsado por Pedro Sánchez que, como alcalde de Parla, dejó el bosque sin un árbol. Es decir que  despilfarró el dinero público a espuertas, y desde su mando, el que fue su pueblo lo está pasando mal al asumir que su derroche económico e ideológico lo tendrán que pagar los nietos de los nietos de toda Parla. O esa otra realidad descubierta pero no devuelta de setecientos millones de euros robados por el gobierno socialista de la Junta de Andalucía. De momento, conocemos algo nuevo con el denominador común de los ceros que elevan al despilfarro las sumas de dinero publico, que Pedro Sánchez controla y destina desde la Moncloa me temo que con la prepotencia del odio dispuesto a gastar lo que haga falta, porque él lo vale.

E imagino que estos seres, responsables políticos y sus economistas de cabecera, duermen bien por las noches porque de tanto leer el cuento de Caperucita Roja se lo han acabado creyendo. Que para ellos, el endeudamiento y la economía improductiva son esenciales en ese afán ciego por conseguir votos, porque al igual que Caperucita Roja, ellos son los buenos y quieren mucho a su abuelita. Y toda la razón sentimental de la existencia, la ética de los desfavorecidos  ante el lobo de los mercados está de su parte. Su discurso es el único y verdadero.

Así puede gritar y muchos lo creen que «La izquierda  «tiene superioridad moral» sobre la derecha por » las conquistas sociales que quiere  quitar el  PP».

Imposible olvidar la frase famosa de Bertrand Russell: El problema  con el mundo es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas».

Manuel Artero Rueda ha dedicado toda su vida profesional a la televisión en la empresa pública RTVE. Autor del libro “El reportaje para televisión un guiño a la noticia”, un práctico temario con el que ha impartido clases tanto en el Instituto Oficial de RTVE como en el máster de periodismo de la Universidad Rey Juan Carlos.  La Paseata 

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