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Ignacio Baleztena Ascárate  y la visita de San Miguel de Aralar a “La Diputación” en 1925

Comenzábamos la semana pasada con la absurda polémica de si se recibía a San Miguel de Aralar en el Palacio de Navarra o era un visitante non grato para nuestras y nuestros sesudas y sesudos políticas y políticos que nos gobiernan, tan representantes y representantas del sentir navarro. Finalmente, las puertas del Palacio de todos los navarros se le cerraron.

Precisamente fue mi padre Ignacio Baleztena Ascárate quien reinstauró la secular tradición de la visita del Ángel al Palacio de la entonces Excma. Diputación de Navarra en una época en que estos dramas tan severos ni se planteaban al sentido común del pueblo. Allí estaban en 1925 todos encantados recibiéndole, los liberales, conservadores, carlistas y nacionalistas. Cierto que las y los socialistas y comunistas eran casi inexistentes entonces. Hoy, en una sociedad supuestamente mucho más libre y avanzada las y los grandes promujeres y prohombres de nuestro gobierno han tratado de hacer a San Miguel de Aralar víctima de la cultura de la cancelación, la actual censura. Actualizando una frase que se atribuye a Voltaire parece que dicen otra similar: “el libre pensamiento proclamo a viva voz, pero cancelo a todo aquel que no piense igual que yo”. “¡Viva la libertad!” dirán rompiendo con las ideas y tradiciones de generaciones y generaciones de navarros, entre ellos (es de suponer) muchos padres y abuelos de las y los anti angelico, en caso de que tengan algún ascendiente navarro.

Aparte de historietas politiqueras de nuestros y nuestras gobernantes y gobernantas, que así se desviven con nuestros dineros por las auténticas necesidades actuales del pueblo, la Pascua en Pamplona se relaciona con la llegada de San Miguel, que hace una peregrinación inversa: en vez de ir nosotros a su santuario, viene él a nuestros pueblos. En Pamplona fue recibido por los txistularis, los “apezas”, el angelico de la Meca, y cantidad de navarros políticamente incorrectos.

Pero vayamos al tema de cómo mi padre Ignacio, siendo diputado foral consiguió que se restableciera la antigua costumbre de la visita de la imagen del «Angelico» de Aralar al Palacio de la Diputación. Fue aprobada por acuerdo de 22 de abril de 1925, y en él se establece el programa para su recepción mediante el protocolo elaborado por el propio Baleztena:

«Verificará la visita al Palacio Provincial la venerada imagen del Santo Patrono de Navarra, reanudándose la vieja y cristianísima costumbre que nunca debió interrumpirse.

Si el tiempo lo permite, el Ángel será trasladado procesionalmente desde la Catedral al Palacio de la Excma. Diputación, y si lloviera, ésta enviará un coche para el traslado. A las once se hará la visita.

S.E. ha hecho un digno preparativo en la Casa: la Corporación se prepara con entusiasmo y gusto para la fiesta.

En la escalera principal se han colocado gran número de macetas, y en las galerías la estupenda y valiosa colección de tapices, propiedad de S.E., que, a una con las banderas históricas que con sumo cuidado se conservan en el Palacio Provincial, adornan las paredes.

     Programa:

            A las 11, la Excma. Diputación en Corporación, acompañada de sus maceros, esperará en el vestíbulo del Palacio la llegada del Ángel. Todos los empleados de la Casa se hallarán en aquel lugar con velas. Procesión por la escalera principal y las galerías a la Capilla. Se celebrará una misa y se adorará la imagen por los diputados, personal de la Casa y los invitados de los diputados.

            S.E. lo ha organizado como corresponde a la primera Corporación de Navarra que tanto ama a su Angel tutelar.

            El recibimiento fue hecho por la Corporación, formada por los Sres. Erro, Baleztena, Usechi y Goizueta, y con toda la ostentación oficial de maceros y rey de armas, llevando éste la tabarda y medallón usado por los reyes de armas de Navarra desde el siglo XVI, a los acordes de la Marcha del Reino, interpretada por la Capilla de Música de la Catedral.

            La misa fue celebrada por el presbítero don Juan Adot, que desempeñaba las funciones del capellán Sr. Villanueva. Usó el cáliz que regaló Carlos III a Santa María de Ujué.

            Los Sres. Diputados fueron felicitadísimos por la reanudación de este acto tan piadoso y edificante, especialmente don Ignacio Baleztena, que fue el iniciador de la idea y quien se encargó personalmente de los preparativos del acto».

Pues bien, este mismo acto, especialmente emotivo para muchos navarros, es el que se ha desarrollado hasta 2019 con muy leves modificaciones. Tras un paréntesis por la pandemia de la COVID, este año el Gobierno de Navarra ha decidido romper esta, tan navarra tradición, pretendiendo, ilusamente, hacer un feo a San Miguel de Aralar, y de paso ha impedido que los navarros que libremente quisieran accediesen al que se supone es el Palacio de todos, para participar de una de las celebraciones más bonitas que se celebran allí a lo largo del año desde el punto de vista no solo religioso, sino también popular y cultural.

Aralarko San Miel, ongi etorri zure jauregira. Nor Jaungoikoa bezela?. Iñor ez Jaungoikoa bezela. Si lo necesita puede usar el traductor de Google, Sra. Presidenta.

Javier Baleztena Abarrategui

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