Artículo 32
Sabemos que cada día que pasa sin vacunarnos mueren 20.000 personas en el mundo, de manera que esta espera nos produce una ansiedad desmesurada. Es decir: una locura “vacunacional”.
La gestión realizada por quien no tiene más remedio que hacerla, es decir, por los políticos, compran vacunas, pero cuando llegan, algunas de ellas están en controversia y hay que esperar a que se pronuncie la OMS. Tampoco se ponen de acuerdo los unos y los otros en la edad de vacunación ni en la vacuna adecuada. Si seguimos el estricto criterio político en el que hoy dicen una cosa y mañana la contraria, no sabemos a qué atenernos, si la segunda dosis será de otra marca ni el tiempo que hemos de esperar entre una y otra.
No conocemos a ciencia cierta si la que produce trombos se la ponemos a los de 60 a 69 años o al último de la fila.
¿Con qué confianza se deja uno poner una vacuna de la cual el gobierno ha decidido no comprar más unidades?
Unos amigos camino de casa de su hija para comer juntos recibieron una llamada en la que los invitaban a pasar por el ambulatorio de inmediato para ponerles la vacuna, de manera que volvieron a comer en su casa pero vacunados.
Otro de 70 años jubilado y padeciendo dos tipos de cáncer distintos, aun siendo persona de riesgo y tras haberlo solicitado en varias ocasiones, sigue esperando que lo llamen.
Sin embargo a mi vecino de 66 años lo han llamado tres veces. Las dos primeras se negó a ser vacunado alegando que ya pasó el Covid y no estaba claro las consecuencias que podría producirle.
En un lugar tan democrático como Cataluña han vacunado a todos los Mossos d´Escuadra pero no a la Policía ni a la Guardia Civil.
Tengo otro amigo que dice: Si llamas a Amazon, mañana vacunado y si llamas a Amazon Prime, esta tarde.
Estoy contento porque a mi ya me vacunaron en enero, me pusieron las dos, de la gripe y la neumonía, la del Covid-19 se ve que va por barrios.
Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com
Me encanta leerte. Alegra mi espíritu y me libera de preocupaciones. No dejes de hacerlo. Besabrazos.