En el manifiesto con motivo del 1 de Mayo, las organizaciones sindicales apuntan que una vez que se ha iniciado la vacunación, «es urgente poner en marcha la agenda social pendiente y comprometida por el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos con los agentes sociales y con la ciudadanía».
Es difícil que los trabajadores normales que trabajan de verdad y que van camino del desempleo o ya se encuentran en él por impedirles trabajar, ni los miles de ciudadanos que están tratando de tramitar las ayudas, caos informático del SEPE o colas en gestorías, puedan animarse a salir este primero de mayo. Los sindicatos les quedan muy lejos.
Por cierto, los ministros y sobre todo la de Trabajo, manifestándose el 1 de mayo contra su propio Gobierno es un espectáculo digno de diván psicoanalista, a no ser claro, que se manifiesten contra el de la Comunidad de Madrid presidido por Isabel Díaz Ayuso, la Comunidad con mayor creación de empleo y donde se reduce el paro cinco veces más que la media del conjunto de España en plena crisis del coronavirus.