Asistimos a un espectáculo poco edificante. Unos y otros, los políticos, se acusan de, con sus decisiones, fomentar los contagios del coronavirus.
Madrid, debe ser el malo de la película ya que fomenta el turismo extranjero y que los bares estén abiertos. De ahí su aumento de contagios, dicen. Entonces, Navarra, ¿qué será? Porque las medidas que toma no fomentan los contagios, dicen, pero, sin embargo, los hay y, cada día, un poco más.
Por otro lado, la vacunación (que inmuniza, dicen), lenta, muy lenta, en España, también en Navarra. Si nos creemos lo que nos dicen, vamos en velocidad de crucero. Así se expresaba el portavoz del gobierno de Navarra. Y ¡un jamón!, como diría mi vecino.
Un suma y sigue de decisiones erróneas, de decisiones tomadas de cara a la galería.