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El arzobispado de Pamplona y Tudela ha editado una publicación de divulgación científica que, bajo el título “Arqueología en la catedral de Pamplona. El origen del culto cristiano”, presenta el estudio de los distintos testimonios que sucesivamente han constituido la historia no sólo de la catedral, sino de Pamplona.
Sus autoras, las arqueólogas Mª Ángeles Mezquíriz Irujo y Mercedes Unzu Urmeneta, describen, basándose en evidencias arqueológicas los análisis de los diferentes edificios de culto superpuestos.
Las primeras menciones históricas sobre la ocupación de este espacio se remontan al siglo X, con motivo de la campaña de Abderramán III contra Pamplona. Sin embargo, los testimonios arqueológicos documentados en las distintas campañas de excavación realizadas en el área de la catedral, evidencian una mayor antigüedad para la presencia de una comunidad en este enclave. Bajo el templo actual se ha encontrado su pasado como centro religioso cristiano, que se superponía a las edificaciones de época romana de los cinco primeros siglos de nuestra era. También, en el subsuelo de la Catedral, se localizaron algunos restos de época protohistórica que remontan al primer establecimiento humano en Pamplona hasta la Edad de Hierro Inicial (S. VII a.C.). Este primer asentamiento estuvo habitado durante toda la Edad del Hierro, dando lugar al oppidum prerromano que en el siglo I a.C sirvió como núcleo originario de la Pompelo romana.
La intervención arqueológica en el interior de la Catedral ha comprendido la recuperación de un patrimonio histórico-artístico que pone en evidencia la unidad histórica y espiritual de la Catedral de Pamplona. De este modo el templo catedralicio se ha convertido en un monumento vivo y operante de nuestra memoria, al recogerse en la misma los vestigios de nuestro pasado, todo aquello que contribuye a conocernos mejor a través de los que nos han precedido en el tiempo.
Al plantear una actuación arqueológica en el Templo Catedralicio se tuvo en cuenta la compleja superposición de estructuras, por ser una construcción con una larga evolución histórica, además de la imposibilidad de intervenir en algunos sectores. Por otra parte, las características del depósito arqueológico se conocían de una manera general gracias a los trabajos previos en el área de la Catedral, que habían ofrecido información muy significativa, de la estratigrafía y estructura urbana antigua.
Superpuesto al Ninfeo de época romana, se identifica el primer espacio de culto cristiano, el edículo, de los siglos IV-V. Lugar del hallazgo de un cáliz realizado en Pamplona.
A partir de esa pequeña construcción se suceden cronológicamente los restos de la basílica visigoda, el templo prerrománico y la catedral románica.
Sin duda, Mª Ángeles Mezquíriz Irujo es un hito en la arqueología, reconocida no sólo en España sino internacionalmente. Es pionera en los estudios de la cerámica romana, identificando y fechando la terra sigillata hispánica. Directora del Museo de Navarra desde 1957 hasta 1998, su trayectoria profesional ha sido reconocida con los principales premios de los que cabe resaltar la Cruz de Carlos III el Noble en 2010. Su incansable trabajo ha quedado plasmado en múltiples publicaciones. Con el más riguroso método científico ha dado a conocer a los profesionales de la arqueología el resultado de sus trabajos de campo. En los dos aspectos, excavación y publicación de dichos trabajos, ha sido un modelo a imitar por todos los arqueólogos de dentro y fuera de España.
Mercedes Unzu Urmeneta, especialista en cerámica de época romana, cuenta con la tipología UNZU de la Cerámica Pigmentada. Directora de Gabinete Trama, empresa dedicada a la arqueología y difusión del Patrimonio, es Premio nacional de Arqueología de la Institución Cultura Viva (2006, XV Edición.). De las numerosas intervenciones realizadas entre 1989 y 2020, destaca la dirección de la intervención arqueológica del proyecto de Rehabilitación del Conjunto Catedralicio de Pamplona y los contenidos de la sala de arqueología de OCCIDENS. Sin olvidar la especial dedicación que su actividad ha tenido en el ámbito de la Arqueología urbana, desarrollada en los cascos históricos y Patrimonio Histórico, es responsable de la redacción de los planes directores y proyectos de musealización de diversos yacimientos arqueológicos como La villa de las musas de Arellano, la ciudad Romana de Andelos, el recinto amurallado de Artajona, el centro alfarero de San Bartolomé (Lumbier). De todo ello ha dejado su experiencia escrita en múltiples publicaciones científicas.
Por último señalamos los seis anexos que se incorporan al final de la obra. Versan sobre Los restos de doña Magdalena de Valois (J. M. Reverte), Estudio numismático (N. Zuazua), La ruina del templo románico (T. Alzugaray), El Panteón real (T. Alzugaray), Últimas intervenciones realizadas en el conjunto catedralicio, claustro y palacio románico (M. García Barberena) y Sobre las recreaciones tridimensionales (J. Castiella
