Jesús Bodegas Frías
España es el segundo productor de vehículos de Europa y está entre los 10 primeros del mundo (datos de 2019). La industria de la automoción es una de las más importantes de la economía nacional. Representa el 11% del Producto Interior Bruto (PIB) y emplea al 9% de la población activa. El sector supone cerca del 20% de las exportaciones totales de España, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
En la actualidad, funcionan 17 factorías de producción pertenecientes a nueve grupos de empresas. A todo esto, hay que añadir el valor que genera la industria auxiliar que funciona en torno a la de la producción y que abarca desde los concesionarios de venta a los talleres de reparación y mantenimiento más toda una serie de fabricantes de componentes.
Con la particularidad que las decisiones sobre esas producciones se toman a cientos y miles de kilómetros de nuestras fábricas. Ya el año pasado, por estas fechas, tuvimos la sorpresa de que una de esas multinacionales había decidido cerrar una de sus plantas en España, con la perdida de 3000 empleos, que se multiplican por tres contando con proveedores y empresas auxiliares, en unos difíciles momentos.
Si estamos en esa buena posición, en el listado de fabricantes de coches, es por el buen hacer, tanto en calidad como en productividad, en las distintas plantas, así como de los proveedores y empresas auxiliares de las mismas. También porque esos trabajadores y sus representantes han aprendido que lo importante para la continuidad de los puestos de trabajo es consensuar esfuerzos y apostar por la estabilidad laboral, olvidando la confrontación y las ideas decimonónicas.
El sábado los titulares se hacían eco de que una multinacional del sector apostaba por España para realizar una importante inversión junta con una empresa eléctrica para fabricar baterías para la producción de coches eléctricos en España.
Sorprendentemente, muchos titulares hablaban de que el presidente Sánchez, en el acto, arropaba al Jefe del Estado, el Rey Felipe VI. Curiosamente en la fotografía, junto ambos estaban los altos ejecutivos de las empresas, pero faltaban las autoridades autonómicas y municipales.
A mi entender el que verdaderamente arropaba era el Rey al presidente, que estaba huérfano de algunos de sus apoyos gubernamentales. También estaba la ministra de Industria, del partido del presidente, pero faltaba la ministra de Trabajo, del otro partido del gobierno.
La figura real puede que no nos guste por motivos ideológicos, pero supo estar en este momento en su sitio e representar su papel, no como las autoridades autonómicas, y municipales o la ministra de Trabajo. Entre otras cosas porque Felipe VI sabe muy bien quien le paga el sueldo y de donde sale el mismo.
Su sueldo como el todos nuestros políticos y funcionarios sale de los impuestos que pagan los trabajadores y las empresas del sector privado. Por tanto, hay que atraer la inversión y lograr que esas importantes decisiones de creación de empleo se materialicen en nuestro país.
Mas en estos momentos en donde el paro aumenta, los ERTES pasan a ERES y el sector turístico y hostelero no ven la salida del túnel. Además, es vital negociar que esos empleos sean estables, de continuidad y con un salario digno. Por eso la lamentable ausencia de la ministra del ramo.
Lo que es un mal mensaje para las personas que toman las decisiones, es la ausencia de las autoridades locales, que prefieren apostar por su hoja de ruta secesionista antes que crear empleo para sus votantes. Esos desencuentros manifiestos no ayudan, sino que lanzan destellos naranjas y rojos de que puede haber una incertidumbre innecesaria y añadida que no es aconsejable dada la volatilidad actual. La sensación de estar todo el día andando sobre arenas movedizas puede que al final decante la apuesta por otro sitio o se opte por repartir y no colocar todos los huevos en la misma cesta, por si acaso.
Espero que nuestra presidente autonómica y especialmente sus socios de gobierno y nuestro alcalde y concejales tomen nota y ante una posible futura visita de este tipo sepan estar en su sitio y no aprovechen para dar la nota, o liarse al tira y afloja con banderas, como ha ocurrido con otros eventos en el pasado (ejemplo: Vuelta ciclista a España, Chupinazos, etc.). Dando una imagen nada atractiva para la inversión en futuros puestos de trabajo en el sector industrial, el cual y en distintos artículos se demostraba que es el que más paga.
Jesús Bodegas Frías, licenciado en Ciencias Biológicas
