Cuando gobiernos. como el que ahora hay en Navarra. que quieren colaborar con la Asociación de Víctimas del Terrorismo, surgen dudas.
Cómo puede un gobierno ser «amigo» de Bildu que, a su vez es amigo de ETA, y querer colaborar, al mismo tiempo, con las víctimas de sus «amigos».
El sentido común se rebela ante dicho planteamiento y piensa en la pobreza moral de este tipo de gobiernos y se plantea el porqué de este macabro juego.
Las víctimas deben sentir lo mismo y, a pesar de todo, se prestan al juego. Seguramente por visibilidad, porque la memoria no se pierda y porque un mal pacto es mejor que el de no haberlo.
Memoria, dignidad y justicia. Lema ímprobo de las víctimas. ¿Aprenderán algún día estos gobiernos?
Pie de foto. De izda a dcha: Vicente Pigueiras (delegado de la AVT en Navarra), Maite Araluce (presidenta de la AVT), la Presidenta Chivite, Miguel Folguera (consejero de la AVT) y Carmen Ladrón de Guevara (abogada de la asociación).