La madrileña calle Génova no va a ser lo que era. El PP se marcha buscando nuevos aires. Aires que limpien el pasado.
Un pasado, el de Mariano Rajoy, del que huyen los actuales dirigentes del PP. Huyen de la corrupción, huyen del marianismo y, pretenden con ello, también, convertirse en un partido de centro.
Qué lejos queda ya ese partido popular que defendía las ideas conservadoras. Qué lejos queda ya el llamarse partido de derechas o centro/derecha.
El llamado principal partido de la oposición deambula en una travesía del desierto que le está sumiendo en la desesperanza. ¿Qué valores defiende o va a defender?
Casado debe reaccionar, sino su futuro se antoja negro, muy negro.